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MADRID, 4 Dic. (EDIZIONES) -
Aunque solemos asociar el ictus con los adultos, también puede aparecer en la infancia, y su diagnóstico resulta especialmente complejo. De hecho, entre un 70% y un 80% de los casos atendidos por sospecha de ictus en niños son en realidad ictus mimics, afecciones no vasculares que cursan con un déficit neurológico agudo, -como migrañas hemipléjicas o crisis epilépticas- que imitan los síntomas de un ictus real, y que pueden retrasar el tratamiento adecuado porque pueden confundirse ambos fenómenos.
"El diagnóstico diferencial es mucho más amplio en la edad pediátrica, de ahí su dificultad", explica en una entrevista con Europa Press Salud Infosalus la doctora Ana Felipe Rucián, cocoordinadora del Grupo de Trabajo de Ictus Pediátrico de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP).
Esta experta llama la atención sobre el hecho de que los ictus mimics son mucho más frecuentes en la edad pediátrica que en los adultos (a diferencia de los 'ictus verdaderos'): "Mientras que en los adultos los 'ictus mimics' representan un 20-30% de las consultas por sospecha de ictus (el 80% son ictus verdaderos); en la edad pediátrica, este porcentaje se invierte, de manera que un 70-80% de las consultas por sospecha de ictus serán 'mimics', y sólo un 20-30% ictus verdaderos.
PRINCIPALES SÍNTOMAS DE LOS 'ICTUS MIMICS'
Según prosigue, los síntomas, por definición, son similares a los de un ictus en un menor, y por eso pueden dar lugar a confusión y a la sospecha de ictus. Tal y como informa la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), los principales síntomas de ictus en un menor son similares a los de los adultos, sobre todo en los niños mayores:
·Pérdida de fuerza y/o sensibilidad en un lado del cuerpo.
·Alteración/incapacidad para el habla.
·Pérdida de visión de un hemicampo visual.
·Alteración del nivel de consciencia.
·En los lactantes pueden ser frecuentes las crisis epilépticas de un lado del cuerpo o hemicuerpo.
LAS CAUSAS HABITUALES DE ESTOS 'FALSOS ICTUS' EN NIÑOS
En este contexto, preguntamos a la doctora Ana Felipe cuáles son los 'mimics' de ictus más frecuentes y apunta a los siguientes: la migraña, especialmente relevante por su similitud con la 'migraña hemipléjica', una migraña con aura rara y que puede asociarse con debilidad o parálisis de un lado del cuerpo; las crisis epilépticas con las parálisis transitoria focales, llamadas 'parálisis de Todd', un fenómeno caracterizado por una parálisis o debilidad temporal en una parte o en todo el cuerpo tras una crisis convulsiva; y los trastornos funcionales ('cuadros conversivos' o 'psicosomáticos').
Otros imitadores de ictus en la edad pediátrica, según resalta esta neuropediatra, pueden ser los síncopes, el vértigo, y las intoxicaciones. "También pueden ser, aunque mucho menos frecuentes, las encefalitis, y las enfermedades desmielinizantes del sistema nervioso central", añade.
CÓMO DIFERENCIAR UN ICTUS VERDADERO DE UN 'MIMIC'
Así, y a la hora de diferenciar un fenómeno neurológico de otro, la principal herramienta diagnóstica es una buena anamnesis (historia clínica), así como la exploración física neurológica, tal y como asegura la doctora Felipe.
"Existen casos, por ejemplo, como las migrañas hemipléjicas antes citadas, en los que se hace necesario realizar una neuroimagen (RMN o resonancia magnética) para llegar al diagnóstico seguro. En otros diagnósticos alternativos se suelen llevar a cabo (muchas veces, no de manera urgente) las exploraciones pertinentes (por ejemplo, un electroencefalograma), en el caso de las crisis epilépticas", agrega.
De hecho, señala que, en los niños, y a diferencia de los adultos, es difícil que se llegue a administrar un tratamiento repermeabilizador del ictus, por ejemplo, sin un diagnóstico confirmado (habitualmente por una resonancia magnética cerebral). "El inconveniente puede ser más la realización de pruebas innecesarias, y el retraso diagnóstico de la patología verdadera que presenta", sostiene la miembro de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica.
Es por ello por lo que destaca aquí el papel de las Unidades de Ictus Pediátricos y sus equipos multidisciplinares, con su experiencia en este campo: "Son clave en el diagnóstico y en un rápido tratamiento tanto del ictus en los niños, como de descartar sus 'mimics', y ayudar en sus diagnósticos diferenciales alternativos".