MADRID, 23 Mar. (EDIZIONES) -
La prótesis de cadera en pacientes con artrosis ha sido considerada como la cirugía con mejores resultados del siglo XX, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que entre otros puntos permite a los pacientes recuperar esa calidad de vida que habían perdido. No obstante, hay casos en los que fallan. ¿Por qué?
Para poder entenderlo, el doctor Jesús Más Martínez, coordinador del área de Traumatología de la Clínica HLA Vistahermosa de Alicante, explica en primer lugar en qué casos se suelen reemplazar las caderas y colocar una prótesis: "El reemplazo de la articulación de la cadera de un paciente por una prótesis se realiza en aquellas situaciones en las que dicha articulación del paciente ha dejado de funcionar, es decir, cuando ha sufrido un desgaste tal que produce al paciente un dolor muy intenso en la región inguinal o glútea, y una limitación severa de la movilidad de la cadera, llegando incluso a ser imposible el calzarse un zapato. Esto es lo que conocemos como artrosis de cadera".
En estos casos, el traumatólogo subraya que la implantación de una prótesis de cadera es una excelente solución para estos pacientes, devolviéndoles una calidad de vida equivalente a la que tenía antes de padecer ningún síntoma por ese desgaste de la cadera. "La prótesis de cadera va a permitir una reincorporación completa del paciente a sus actividades cotidianas y laborales", asegura este especialista.
El doctor Jesús Más Martínez subraya que inicialmente las prótesis de cadera se comenzaron a implantar en pacientes mayores de 65 años, pero ante los buenos resultados obtenidos y su elevada durabilidad, la indicación quirúrgica se ha ido extendiendo a pacientes más jóvenes que sufren síntomas severos derivados del desgaste de la articulación de la cadera.
"Hoy en día no se considera la edad una contraindicación para la cirugía protésica de cadera. Llegando a implantarse en paciente muy jóvenes, siempre y cuando la situación de su cadera así lo requiera", remarca el experto de la Clínica HLA Vistahermosa de Alicante.
CUÁNDO EMPIEZAN A FALLAR
Las prótesis de cadera son inertes, y por tanto no duelen. Ahora bien, este especialista precisa que sí puede iniciarse un dolor en la zona, y diferencia dos tipos de dolores: El dolor de alguna estructura alrededor de la cadera, habitualmente tendones o músculos, que originan síntomas en la zona de la prótesis; y el dolor producido por un fracaso de la prótesis.
"En estos casos, lo más habitual es que la prótesis no se encuentre adecuadamente fijada al hueso y sufra movimientos dentro del hueso al estar suelta. Este movimiento, que conocemos como 'aflojamiento de la prótesis', sí puede ser causa de dolor por fracaso del implante", matiza el experto.
Desde el primer concepto de desarrollo de la prótesis de cadera en 1950 hasta nuestros días, la búsqueda de materiales con una mayor fijación al hueso del paciente y durabilidad de la prótesis ha sido constante, según afirma el doctor Más. En concreto, detalla que la prótesis de cadera consta de 4 componentes: el cotilo, el inserto cotiloideo, el vástago y la cabeza modular.
"El cotilo y el inserto cotiloideo forman una unidad, y el vástago y la cabeza modular otra. El cotilo y el vástago transmiten la carga del peso del paciente, mientras la cabeza modular permite la movilidad de la extremidad inferior sobre el inserto cotiloideo. Por ello, la cabeza modular y el inserto cotiloideo soportan las cargas más elevadas, y son los dos componentes de la prótesis de cadera con mayor riesgo de sufrir desgaste con el paso del tiempo", advierte.
Así, sostiene que este desgaste de los componentes, por su uso, puede producir una reacción inflamatoria en la zona, a largo plazo, y ésta ser responsable del aflojamiento del cotilo y del vástago del hueso donde ha sido implantada. Éste supondría el mecanismo más frecuente de fallo de una prótesis, y es lo que conoce como 'aflojamiento aséptico'.
"Existe un mecanismo igual de aflojamiento de la prótesis, y por tanto de fallo, que se produce a consecuencia de una infección de la prótesis. Estas infecciones pueden ser tempranas por infección a través de la herida quirúrgica, o bastante tiempo después de la operación, por una diseminación de una infección de otra parte del cuerpo, que a través de la sangre puede llegar a infectar la prótesis a distancia", resalta el traumatólogo.
Otra causa de fracaso de la prótesis es el aflojamiento que se puede producir si el paciente sufre una caída y consecuentemente una fractura del fémur o de la pelvis alrededor de la prótesis, según matiza el experto de la Clínica HLA Vistahermosa de Alicante. "Como se puede observar, la causa de fracaso es siempre que la prótesis se "suelte" del hueso donde ha sido implantada, y esto puede producirse por desgaste de los materiales, infección o por una fractura", resume el experto.
Así con todo, en los casos en los que se diagnostica un aflojamiento de la prótesis y el paciente tiene dolor derivado de ello, la solución indicada es una cirugía de revisión, en la que se procede a extraer la prótesis aflojada y se implanta una nueva.
"Este no es un procedimiento que se pueda realizar una sola vez, sino que puede realizarse tantas veces como sea necesario, siempre y cuando el hueso del paciente pueda soportar esa prótesis. Incluso cuando se ha producido una pérdida de la cantidad de hueso para sujetar a esa cadera, se pueden realizar operaciones para aportar injerto de hueso, o bien prótesis especiales para casos en los que no hay mucho hueso del paciente", sentencia el coordinador del área de Traumatología de la Clínica HLA Vistahermosa de Alicante.
