FAD insta a reformular la estrategia contra las drogas pues "no se pueden usar fórmulas antiguas para problemas nuevos"

Actualizado: miércoles, 24 junio 2009 21:36

Asegura que el Plan Nacional sobre Drogas creado en 1985 "en estos momentos no es igualmente útil"

VALENCIA, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

El director general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Ignacio Calderón, aseguró hoy que es "necesario replantear las estrategias preventivas" contra las drogas, ya que "no se pueden utilizar fórmulas antiguas para problemas nuevos", al tiempo que afirmó que el conocimiento de los riesgos "no es lo único determinante para el establecimiento de nuevas estrategias", por lo que recomendó "profundizar" en la perspectiva de los consumidores, pues "los consumos son también un fenómeno cultural".

Calderón, que se pronunció en estos términos durante un desayuno informativo celebrado en Valencia para presentar el documento 'La visión de la FAD', manifestó que los estupefacientes "no van a desaparecer", por lo que recomendó "aprender a convivir" con las drogas, según informó la entidad en un comunicado.

"Eso no significa que nos crucemos de brazos y lo aceptemos sin más, sino que trabajemos para minimizar su presencia, ya que todos los consumos implican riesgos. Pero, sobre todo, debemos revisar críticamente las estrategias de enfrentamiento. No podemos seguir utilizando las mismas fórmulas", insistió.

El texto que se presentó hoy analiza la situación actual de los consumos de drogas, las estrategias que hasta el momento se han utilizado para hacer frente al fenómeno y se incluyen una serie de propuestas que, a juicio de la FAD, deberían ponerse en marcha para minimizar los problemas derivados de los consumos de drogas. El documento surge a raíz de una serie de reuniones que la FAD ha mantenido a lo largo del último año con expertos de diferentes organizaciones que trabajan en el ámbito de la prevención y el tratamiento de las adicciones.

El objetivo es poner sobre la mesa una serie de cuestiones que propicien una "reflexión y debate social" que posibiliten poner en marcha nuevas estrategias de enfrentamiento, explicaron. En las décadas de 1980-90 se pusieron en marcha los mecanismos de respuesta precisos y unas estrategias adaptadas a la realidad de ese momento. Sin embargo, esas estructuras y estrategias se han mantenido a lo largo de los años "pero ya no son igualmente válidas", expresó la FAD.

La fundación afirmó que "sigue estando justificado" un Plan Global de Actuaciones, pero "ya no es útil todo lo que se montó en su día y hay que actualizarlo". El Plan Nacional sobre Drogas --integrado por administración central, administraciones autonómicas y sociedad civil--, creado en 1985 para enfrentar unos problemas, "en estos momentos no es igualmente útil".

Esta entidad propone "reformular y reforzar" el diálogo entre la administración estatal y las territoriales, así como entre las administraciones públicas y la sociedad civil, ya que los consumos de drogas "son un fenómeno cultural que pueden producir múltiples problemas que requiere una perspectiva de conjunto y una respuesta global".

ÉNFASIS EN LAS SUSTANCIAS

Según la FAD, en los últimos veinte años las organizaciones que se dedican a la prevención de los consumos de drogas en España han desarrollado estrategias y actuaciones preventivas que han puesto el énfasis en las sustancias. Es decir, se ha hecho un especial hincapié en la información y sensibilización sobre los riesgos que implica cada consumo de drogas en el convencimiento de que las estrategias informativas destinadas a elevar la percepción de riesgo lograrían contener el aumento en los porcentajes de jóvenes consumidores, según las mismas fuentes.

Sin embargo, los jóvenes españoles afirman mayoritariamente que conocen los riesgos implícitos, pero que "deciden asumir las posibles consecuencias para sentirse integrados y por la percepción social de que es normal consumir a su edad en momentos de ocio y diversión, así como por la funcionalidad de las sustancias para esos fines", aseveraron.

Para la FAD, "el mayor riesgo que los jóvenes temen en relación con los consumos de drogas es el riesgo de la exclusión, y ese riesgo se deriva no de consumir, si no de no hacerlo. Tienen la percepción --completamente errónea ya que en realidad consume una minoría de jóvenes-- de que para ser y sentirse jóvenes deben consumir ya que 'es lo normal' a su edad". "Por ello, el conocimiento de los riesgos no es lo único determinante para el establecimiento de nuevas estrategias, ya que, no hay que olvidar que existen determinados aspectos de funcionalidad y utilidad para los consumidores", apuntaron.

NO TODOS LOS CONSUMOS SON IGUALES

Otros aspectos que se destacan en 'La Visión de la FAD' es que ni todos los consumos son iguales, ni se pueden equiparar todas las sustancias, ni los jóvenes son los únicos que consumen. Al mismo tiempo, el texto establece que consumir no es igual que tener problemas, es decir, los porcentajes de consumidores no pueden utilizarse como único indicador para la cuantificación de problemas y de la posible conflictividad.

Por este motivo, los objetivos de las intervenciones "deben ser realistas", por lo que la Fundación instó a "revisar los modelos preventivos". "El objetivo de la abstinencia total no debe ser excluyente. Que se consuma menos, que el inicio se produzca más tarde, que se prolongue durante menos tiempo, que se haga con menos riesgo, que tenga menos importancia en la vida de las personas, también deben ser objetivos preventivos", señaló.

Asimismo, destacó que los problemas de drogas no son sólo problemas sanitarios, pues este ámbito es "sólo una parte de los posibles problemas", ya que las principales consecuencias pueden darse en el ámbito social (accidentes de tráfico, problemas en la escolarización, violencia juvenil y de género, etc). A su juicio, "no se trata de que el consumo de drogas sea la causa de estos problemas, pero sería ingenuo pensar que no tienen ninguna incidencia en los mismos". En este sentido, la FAD propuso "reformular" el sistema de seguimiento y "superar ese enfoque sanitarista".