VALNCIA, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
La existencia de factores ambientales donde se favorece la ingesta de balances calóricos altos tiene más influencia en el paciente obeso que la carga genética. De este modo, la prevalencia de la obesidad mórbida se ha trasladado a estratos económicos más deprimidos, sobre todo en mujeres, porque es más económico acceder a comida hipercalórica que realizar una dieta mediterránea, según han constatado los especialistas de Quirónsalud Valencia y Alicante.
Al respecto, el endocrinólogo de la Unidad de Obesidad del Hospital Quirónsalud Valencia, Vicente Campos, ha explicado que hay tener en cuenta que existen síndromes genéticos claramente asociados a determinado tipo de obesidad muy concretos, pero "la mayoría de los pacientes obesos está influido por varios genes, lo que denominamos poligenia".
Por su parte, la doctora Clara Navarro, endocrinóloga de la Unidad de Obesidad de Quirónsalud Alicante, aclara que, "aunque los pacientes con padres obesos tienen mayor riesgo de ser obesos, la genética no es el factor determinante de la obesidad en la inmensa mayoría de casos". Así, la mayoría de los pacientes obesos presenta la interacción de múltiples genes que, unidos a factores ambientales, determinan su facilidad para ganar peso".
Dentro de estos factores ambientales uno de los principales es el nivel socioeconómico del paciente obeso. Como constata el doctor Campos, existe una modificación del nivel socioeconómico en relación con la prevalencia de obesidad.
Así, si históricamente la posibilidad de sobrealimentación se encontraba más en las personas de poder socioeconómico mayor, en la actualidad "sucede todo lo contrario" ya que acceder a comida hipercalórica, a productos con azúcares refinados, o fast food, es "mucho más económico que realizar una dieta mediterránea con frutas y verduras".
Por este motivo la prevalencia de la obesidad, especialmente de la obesidad mórbida, se ha trasladado a estratos económicos más deprimidos, sobre todo en mujeres", detalla el especialista.
MICROBIOTA INTESTINAL
Otro factor que determina la obesidad es la microbiota intestinal, compuesta por los microorganismos que habitan en el intestino de cada persona. La diferente composición de la microbiota conlleva la obtención de energía de alimentos que normalmente no se absorberían o que algunos de los elementos que producen estas bacterias pasen a sangre, dando lugar a una mayor resistencia a la insulina y a la aparición de diabetes.
"La buena noticia", añade la doctora Navarro, "es que el tipo y la cantidad de bacterias que viven en nuestro intestino está muy influido por el tipo de alimentación que realicemos. Como consecuencia de esto, seguir una dieta saludable puede ayudar a cambiar esta composición y eliminar la predisposición a la obesidad".
Los especialistas de Quirónsalud concluyen que, aunque nuestros genes, y otros factores puedan influir en la predisposición a la obesidad, los aspectos más determinantes son los hábitos alimenticios y el ejercicio físico. Estos motivos hacen "imprescindible un abordaje multidisciplinar y personalizado de estos pacientes para poder dar solución a su problema", han señalado.