MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) han descartado que los rasgos autistas en la infancia pueda estar relacionado con la exposición prenatal a la contaminación del aire como se pensaba.
Los rasgos autistas se definen como los déficits subclínicos en la socialización, la comunicación y comportamientos repetitivos que no cumplen los criterios formales para un diagnóstico del trastorno del espectro autista (TEA).
Algunos estudios previos en Estados Unidos apuntaban que los casos de autismo en niños de 2 a 6 años podían asociarse a la exposición fetal a algunos contaminantes atmosféricos vinculados con el tráfico. Además, también está documentado en animales la toxicidad que pueden causar en el cerebro la exposición a determinados compuestos durante el desarrollo.
En este trabajo, cuyos resultados publica la revista 'Environmental Health Perspectives', se analizó la exposición prenatal a óxidos de nitrógeno (NO2, NOx) y partículas contaminantes (PM) en más de 8.000 niños de cuatro a diez años de edad participantes en cuatro estudios europeos de cohorte de nacimiento/niño.
Sin embargo, los investigadores hallaron que la exposición a la contaminación del aire prenatal no puede asociarse con rasgos autistas en el límite del rango clínico.
Los óxidos de nitrógeno y las partículas contaminantes se estimaron a partir de las direcciones de nacimiento mediante modelos de regresión, gracias a las campañas de monitoreo realizadas entre 2008 y 2011, y se extrapolaron los niveles en el tiempo "para hacerlos coincidir con los periodos de embarazo", ha explicado Mònica Guxens, autora principal del estudio.