MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte (UNC), en Estados Unidos, basados en imágenes por resonancia magnética del cerebro de 152 bebés, encontró alteraciones en la conectividad funcional dentro de la parte de la red de la amígdala prefrontal, una vía que se cree que desempeñan un papel importante en la regulación de la excitación, vinculadas con la exposición en el útero a la cocaína.
"Hasta donde sabemos, este estudio es el primero en mostrar que el uso materno de drogas durante el embarazo altera la organización funcional del cerebro en los recién nacidos", afirma uno de los autores de la investigación, Wei Gao, profesor asistente de Radiología en la Universidad de Carolina del Norte.
"Este estudio puede informar de nuevas estrategias dirigidas a identificar los riesgos y la intervención temprana", añade Karen M. Grewen, profesora de Psiquiatría, Neurobiología y Psicología y otra autora del trabajo, cuyas conclusiones se revelan en un artículo que se publica este miércoles en la revista 'Journal of Neuroscience'.
En el estudio, se realizaron imágenes de resonancia magnética funcional (rsfMRI) de 152 niños en estado de reposo. De ellos, 45 habían sido expuestos a la cocaína durante su etapa prenatal, 43 tenían exposición prenatal a drogas distintas cocaína y 64 no habían sido expuestos a ninguna droga durante la gestación.
Se hallaron alteraciones en la organización funcional del cerebro en los bebés de los grupos que habían sido expuestos a las drogas. El grupo con exposición prenatal a la cocaína presentaba alteraciones adicionales que el otro grupo expuesto a otras drogas no tenía.
Se encontró una anti-correlación reducida entre la amígdala y la parte de la corteza prefrontal que se asocia específicamente con la exposición prenatal a la cocaína, lo que puede indicar un fallo potencial o riesgo de fallo en la supresión de las respuestas de la amígdala de la corterza prefrontal de orden superior. La interrupción de este circuito funcional puede potencialmente ser la base de la característica desregulación de la agitación observada frecuentemente en niños con exposición prenatal a la cocaína.
En general, este estudio reveló que rsfMRI en bebés puede jugar un papel fundamental en la búsqueda de biomarcadores para identificar riesgos y orientar la intervención temprana para mejorar los resultados de comportamiento posteriores.