MADRID 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
La exposición a las dioxinas puede afectar negativamente a la función tiroidea, según un estudio presentado en ENDO 2023, la reunión anual de la Sociedad Endocrina norteamericana.
Las dioxinas son compuestos muy tóxicos producidos principalmente por procesos industriales, y su persistencia en el medio ambiente las convierte en un importante problema de salud pública.
Se producen en diversos procesos de incineración, como la incineración inadecuada de residuos municipales y la quema de basura y pueden liberarse al aire durante procesos naturales, como incendios forestales y volcanes. Los estrictos controles reglamentarios sobre las principales fuentes industriales de dioxinas han reducido en gran medida las emisiones a la atmósfera.
Actualmente, las personas están expuestas a las dioxinas principalmente por el consumo de alimentos, en particular productos de origen animal, contaminados por estas sustancias químicas. Las dioxinas se absorben y almacenan en el tejido adiposo y, por tanto, se acumulan en la cadena alimentaria. Más del 90% de la exposición humana se produce a través de los alimentos, según el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Medioambiental.
Recientemente, los científicos han empezado a estudiar el impacto potencial de la exposición a sustancias químicas ambientales, como las dioxinas, sobre la función tiroidea. La disfunción tiroidea afecta a una parte importante de la población y puede tener una serie de efectos adversos para la salud.
Según el doctor Cheng Han, investigador de la Facultad de Medicina Chobanian & Avedisian de la Universidad de Boston (Estados Unidos), estudios anteriores sobre la relación entre la exposición a las dioxinas y la función tiroidea han arrojado resultados contradictorios.
En el nuevo estudio, los investigadores utilizaron tres métodos estadísticos diferentes para investigar los efectos combinados de 20 dioxinas ambientales sobre la función tiroidea. Utilizaron datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES) de 2007 a 2010.
Se midieron un total de 20 dioxinas y los niveles de hormona estimulante del tiroides (TSH) en la sangre de 2.818 adultos. Los investigadores descubrieron que las dioxinas estaban significativamente asociadas con un nivel elevado de TSH. Un nivel alto de TSH indica que la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea.
"Aunque se necesita más investigación sobre cómo afectan las dioxinas a la función tiroidea, los esfuerzos para reducir la exposición a las dioxinas y otras sustancias químicas tóxicas podrían ayudar a reducir el riesgo de disfunción tiroidea y mejorar los resultados de salud pública", señala Han.