MADRID 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los bebés nacidos de madres potencialmente expuestas a bajos niveles de arsénico en el agua potable pública, incluso a niveles inferiores a la norma federal de seguridad, tuvieron mayor probabilidad de nacer prematuros, con menor peso al nacer o con un tamaño inferior al esperado, según un estudio de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos). Los hallazgos se publicaron en 'JAMA Network Open'.
Si bien la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. establece un nivel máximo de contaminante de 10 microgramos por litro de arsénico en los sistemas públicos de agua, este estudio examina cómo incluso exposiciones más bajas al arsénico pueden afectar los resultados del embarazo en una población numerosa. Investigaciones anteriores se centraron principalmente en pozos privados o grupos de estudio más pequeños.
Dado que el arsénico se produce de forma natural, el agua que entra en contacto con ciertas rocas y suelos puede contenerlo. La contaminación procedente de diversos procesos industriales también contribuye al aumento de los niveles de arsénico en algunas zonas.
"La mayoría de los residentes de EE. UU. dependen del agua potable pública, y nuestros hallazgos sugieren que reducir aún más el arsénico en los sistemas públicos de agua podría ser un paso importante para mejorar la salud infantil en todo el país", comenta Anne Nigra, profesora adjunta de Ciencias de la Salud Ambiental en la Escuela Mailman de Columbia. "Incluso niveles bajos de arsénico en el agua potable pública se asociaron con bajo peso al nacer y otras consecuencias adversas en los bebés estadounidenses".
Las conclusiones clave incluyen que posible exposición al arsénico durante el embarazo, incluso a niveles inferiores al estándar de seguridad federal actual, puede estar relacionada con resultados adversos en el parto. Por otra parte, las madres expuestas a niveles más elevados de arsénico en el agua potable pública tenían más probabilidades de tener bebés nacidos con bajo peso o más pequeños de lo esperado para el número de semanas de embarazo.
Estos patrones se observaron en varios grupos raciales y étnicos, incluyendo familias blancas, negras e hispanas/latinas. También se observaron riesgos similares entre los bebés nacidos de padres indígenas americanos, nativos de Alaska, nativos de Hawái e isleños del Pacífico. Además, los bebés nacidos de padres negros enfrentan mayores riesgos de nacer prematuros, tener bajo peso al nacer o ser más pequeños de lo esperado.
Cabe destacar que los investigadores analizaron datos de casi 14.000 parejas de madres e hijos de la cohorte ECHO. La exposición al arsénico durante el embarazo se estimó combinando datos sobre la calidad del agua con el historial residencial de las participantes. No se analizaron los niveles reales de arsénico de estas participantes.