Expertos de la USAL demuestran que el antidiabético metformina protege del daño renal causado por el gentamicina

Actualizado: martes, 25 mayo 2010 17:20

SALAMANCA, 25 May. (EUROPA PRESS) -

Un estudio de la Unidad de Fisiopatología Renal y Cardiovascular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca (USAL) ha demostrado que el tratamiento con el antidiabético metformina protege del daño renal inducido por el antibiótico gentamicina, que es un fármaco de uso frecuente en el tratamiento de infecciones clínicas y que puede causar nefrotoxicidad hasta en un 50 por ciento de los casos.

Según indicaron fuentes de la institución académica, el trabajo, publicado por investigadores de la USAL bajo la coordinación del doctor Yehia El-Mir, y en el que también colaboró Xavier Leverve, de la Universidad de Grenoble (Francia), aparece en el segundo número de mayo de la revista científica 'Kidney International' y ha merecido un comentario editorial "favorable" de la misma publicación por parte del doctor Dimitry Zorov, experto en mitocondrias de la Universidad Estatal de Moscú.

El equipo de la USAL, integrado por Ana Morales, Dominique Detaille, Marta Prieto, Ángel Puente, Elsa Briones, Miguel Arévalo y José Miguel López-Novoa, ha demostrado que la metformina, un antidiabético oral considerado por la Organización Mundial de la Salud como fármaco "esencial" para el tratamiento de la diabetes, previene la alteración en la función de las mitocondrias inducida por la gentamicina, disminuyendo la producción de radicales libres de oxígeno y el consecuente estrés oxidativo.

La importancia del trabajo radica en que "no sólo plantea un mecanismo de daño renal basado en la alteración de la función mitocondrial, sino que además propone un tratamiento preventivo que restauraría esta función con un fármaco bien estudiado y altamente empleado", según informaron los responsables del estudio a través de la USAL.

"La gentamicina es un antibiótico aminoglucósido muy utilizado en el tratamiento de infecciones oculares, pulmonares e intestinales producidas por gérmenes Gram negativos, así como en la endocarditis bacteriana, debido a su gran eficacia, bajo coste y amplio espectro", apuntaron.

Sin embargo, añadieron que el daño renal que provoca constituye "un grave problema". En este sentido, indicaron que la nefrotoxicidad por gentamicina ha aumentado de forma progresiva desde su introducción hasta alcanzar entre un 15 y un 25 por ciento de los tratamientos, a pesar de un correcto control y seguimiento de los pacientes, una cifra que aumenta hasta un 50 por ciento cuando el tratamiento es superior a 14 días.

Hasta ahora, la única solución existente ha sido retirar el antibiótico y sustituirlo por otro menos nefrotóxico, pero "a menudo" menos efectivo. Ahora, poder prevenir esos efectos de la gentamicina será de "enorme utilidad para un gran número de pacientes".