MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
Se estima que actualmente hay en España cerca de un millón de personas con sordera, un tipo de trastorno que en ocasiones puede aumentar su prevalencia con la edad, de ahí que a partir de los 55 ó 60 años sea conveniente someterse a revisiones periódicas cada dos años a fin de identificar y retrasar cualquier pérdida de audición.
Así lo ha reconocido la doctora Isabel Sánchez Cuadrado, especialista de otorrinolaringología de la Clínica La Luz, con motivo de la Semana Internacional de la Sordera, que se celebra estos días auspiciada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Una pérdida de audición es algo a lo que tenemos que prestar atención, puesto que va a suponer una merma importante de nuestra calidad de vida y de nuestra capacidad de comunicarnos con los demás, con todo lo que eso supone", ha reconocido esta experta.
Generalmente, la gravedad de la sordera depende mucho del momento en el que se aparece, ya que "no es lo mismo que se trate de una sordera congénita o que haya comenzado antes del desarrollo del lenguaje a que aparezca después", añade la especialista.
Una de las más frecuentes es la presbiacusia, es decir, la pérdida de audición asociada a la edad. Aunque no se puede revertir, este trastorno sí se puede ralentizar siguiendo una serie de hábitos saludables: los más importantes son evitar ruidos fuertes y mantenidos en el tiempo (el caso clásico del martillo neumático) y huir del uso prolongado de auriculares a alto volumen.
"Muchas veces, por ejemplo cuando vamos en el Metro, no nos damos cuenta de que para poder oír la música de nuestro móvil o MP3 tenemos que subir mucho más el volumen debido al ruido del ambiente", explica Sánchez Cuadrado.
Además hay que tener en cuenta que la sordera no avisa, ya que no hay signo de fatiga auditiva como sí puede ocurrir en el caso de la visión con la sensación de irritación o picor en los ojos.
"De lo que sí tenemos que ser conscientes es de que si empezamos a notar alguna pérdida de audición tenemos que ser valorados por un especialista y después ser más precavidos todavía con los ruidos fuertes y prolongados", según esta experta.
También hay fármacos, como algunos antibióticos o la propia 'Aspirina', de Bayer, que a dosis elevadas pueden influir en la aparición de sordera, así como determinadas infecciones como la otitis.
Por otro lado, esta experta recuerda que la sordera profunda, que afecta a unas 100.000 personas en España, es, en muchos casos, de nacimiento, pero también puede consecuencia de un proceso progresivo.