MADRID 6 Sep. (EUROPA PRESS) -
Expertos de la Copa COVAP y del Consejo General de la Psicología de España (COP) han recomendado la introducción progresiva de cambios en la rutina de toda la familia para prevenir alteraciones de tipo emocional en la 'vuelta al cole'.
Y es que, hasta un ocho por ciento de los niños sufre una mala adaptación tras el regreso de las vacaciones de verano, según un estudio promovido por la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFYC). Según el COP, estas variaciones, que se pueden manifestar en forma de tristeza, apatía, irritabilidad, nerviosismo, falta de concentración, interés o sueño, son consecuencia de un ajuste a nivel físico y psicológico que se produce en cada persona cuando se da un cambio brusco de hábitos.
Estos, además, no dependen tanto de la época del año como de la personalidad de cada uno y su capacidad para adaptarse a una nueva rutina. Por ello, desde la Copa COVAP y el COP apuestan por la progresividad como clave en un periodo de habituación para todo el entorno familiar, como es el regreso a la rutina tras las vacaciones.
"Por ejemplo, podemos ir ajustando los horarios de sueño, tanto de los menores como de los padres y madres, para adaptarse al nuevo escenario o, si se realiza alguna actividad (deportiva, artística o musical), mantenerla, aunque sea de forma parcial", ha dicho el coordinador de la División de Psicología de la Actividad Física y del Deporte del Consejo General de la Psicología de España, Enrique Cantón.
Del mismo modo, prosigue, el acompañamiento al colegio y la recogida, así como el normalizar la vuelta al día a día, son prácticas que pueden facilitar la transición y ayudan a paliar esos efectos psicológicos. A su juicio, es "fundamental" no realizar cambios de forma radical para evitar que la vuelta a la rutina suponga una alteración no deseada del ritmo de vida, tanto a nivel de hábitos deportivos como de alimentación.
En este sentido, el deporte es un hábito que se debe mantener durante todo el año y, en momentos como la vuelta al cole, adquiere un papel favorecedor en la adaptación al cambio de rutinas tras las vacaciones de verano para todo el ámbito familiar, ya que implica ejercicio físico, gran parte al aire libre, además de interacción social, diversión en la mayoría de casos, y puede contribuir a que tanto adultos como niños noten menos el cambio y se sientan mejor.
"La actividad deportiva también tiene ventajas sobre la autoestima en general, sobre todo contribuyendo a disminuir el sentimiento de autoculpa en los más pequeños porque asocian el no saber adaptarse a los cambios a un fracaso propio", ha detallado el coordinador de la División de Psicología de la Actividad Física y del Deporte del COP.
Para ayudar a las familias a que la adaptación sea lo más sencilla y cómoda posible para todos, se recomienda intentar que el cambio se lleve a cabo de manera gradual y natural, haciendo partícipes a todos los miembros de la familia; reducir las actividades intensas antes de irse a dormir y recuperar los hábitos de sueño (intentar dormir 8 horas mínimo); y mantener algunas actividades lúdicas, aunque se modifiquen y adapten al lugar de residencia habitual, para evitar que se perciban como una finalización radical.
Del mismo modo, los expertos aconsejan dedicar esfuerzos a generar espacios de encuentro e interacción, tanto con amistades como familiares; manejar con paciencia y comprensión los posibles cambios de estados de ánimo con los que se van a encontrar; e intentar implicar e ilusionar a los menores en el curso que se aproxima, así como en los nuevos retos y actividades por realizar.