Expertos aseguran que el 10% de los cánceres de páncreas son en realidad tumores neuroendocrinos

Adenocarcinoma ductal pancreático, cáncer páncreas
EL LABORATORIO DE KEN ZARET, PERELMAN ESCUELA DE M
Actualizado: viernes, 10 noviembre 2017 18:29


MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

Expertos del MD Anderson Cancer Center Madrid han asegurado, con motivo del Día Mundial de los Tumores Neuroendocrinos (TNE), que el 10 por ciento de los cánceres de páncreas son en realidad este tipo de tumores, de los cuales se calcula que afecta a entre cinco y seis casos por cada 100.000 habitantes.

"Hay una ligera mayor incidencia en los países del norte de Europa, una cifra que él atribuye a "una mayor sensibilidad hacia el diagnóstico de esta patología y a un mayor número de centros de referencia sobre la enfermedad", ha detallado el jefe del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid, Enrique Grande.

En España, por ejemplo, no existen centros de referencia con los niveles exigidos en Europa debido a que estos no alcanzan el número de pacientes mínimo requerido por la ley, un problema motivado por la baja incidencia de los TNE y que repercute al mismo tiempo en la dificultad de acumular experiencia profesional en su tratamiento.

Además, tal y como ha señalado Grande, esto dificulta también la investigación. "El problema es aglutinar el número suficiente de pacientes con estas características; es muy difícil hacer investigación si cuentas con cinco pacientes", ha apostillado.

Dado que los TNE pueden tener su origen primario en muy diversas localizaciones del organismo, incluido un porcentaje del páncreas, cada paciente tiene un comportamiento muy diferente. A esta circunstancia, que determina cómo se va a comportar el tumor y su pronóstico, hay que añadir también tanto la agresividad del cáncer según su grado de diferenciación histológica como si el tumor produce o no hormonas, es decir, si es o no funcionante.

Sobre la producción hormonal, el doctor ha destacado especialmente la "enorme" cantidad de funciones que puede tener una hormona y, por tanto, la gran cantidad de síntomas diferenciales que pueden provocar y que varían desde una subida o bajada de azúcar hasta una diarrea, hipertensión o una alteración cutánea.

"No conozco a dos pacientes con TNE que tengan el mismo comportamiento", ha enfatizado este especialista, que explica además que la edad de estos pacientes también es variable, oscilando la media entre los 30 y los 50 años.

DIFICULTADES EN EL DIAGNÓSTICO

"El problema de un tumor con unos síntomas tan poco diferenciales es que el diagnóstico se complica mucho. Es muy difícil que el médico de atención primaria sospeche desde el inicio que está ante un TNE, por lo que el paciente comienza un peregrinaje de pruebas diagnósticas hasta que, un día, llega la prueba definitiva", ha reconocido Grande. La otra vía de llegada al oncólogo, continúa este experto, es a través de los servicios de cirugía, medicina interna o urgencias.

"Como hacemos cada vez más ecografías y TAC por patologías banales, en ocasiones se diagnostican TNE en estadios tempranos de forma incidental, antes de que puedan dar síntomas. En estos casos de diagnóstico temprano, y teniendo en cuenta también el grado de diferenciación histológica, la tasa de curación puede llegar a ser de hasta el 90 por ciento", ha recalcado el doctor.

Ahora bien, dada la amplia variedad existente entre los TNE, el tratamiento multidisciplinar es aún más relevante en estos tumores. Así, en primer lugar, argumenta el doctor Grande, es necesario contar con un "muy buen patólogo" que diagnostique, tipifique, extraiga y exprima toda la información posible del tumor desde el punto de vista histológico.

Tras él, prosigue, es importante que un endocrinólogo describa la funcionalidad o no del tumor en la producción de hormonas. Una vez hecho este primer diagnóstico, se requiere que un radiólogo defina cuál es la extensión "exacta" del tumor y que un especialista en medicina nuclear se encargue de las pruebas de imagen.

Además, para el tratamiento del tumor, hay que contar con un cirujano y, en caso de requerir terapia farmacológica, con un oncólogo médico especializado en TNE. El tratamiento habitual de estos tumores suele basarse en análogos de la somastatina (unas inyecciones administradas por vía intramuscular o por vía subcutánea que se toleran bastante bien) y no suele incluir quimioterapia.

"Al menos este era el tratamiento habitual, ya que hace solo un mes que la Comisión Europea ha aprobado un nuevo tratamiento, los radionúclidos. Estos nuevos fármacos son como los análogos de la somastatina, pero unidos a un átomo radiactivo. Funcionan uniéndose a las membranas de las células neuroendocrinas y liberando su radiactividad de manera local", ha explicado, para zanjar comentando que esta aprobación no tiene solo una finalidad terapéutica, sino también diagnóstica.