MÁLAGA 14 May. (EUROPA PRESS) -
La linfadenectomía pélvica es un procedimiento quirúrgico esencial para determinar la estadificación y el pronóstico del cáncer de próstata de alto riesgo. Supone para los expertos una herramienta clave tanto desde el punto de vista diagnóstico como terapéutico de cáncer de próstata, pues "permite el estadiaje patológico preciso en pacientes con alto riesgo, guiando decisiones sobre tratamientos adyuvantes", destaca el doctor José Ángel Gómez Pascual, jefe del Servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Málaga.
"Además, aunque su impacto terapéutico sigue en debate, la evidencia sugiere que la linfadenectomía extendida (ePLND) podría aportar beneficios en el control oncológico en casos seleccionados", añade Gómez Pascual.
El doctor defendió en la última jornada multidisciplinar uro-oncológica Quirónsalud en Madrid la aplicación de la linfadenectomía extendida de forma individualizada, apoyándose en modelos predictivos y en la valoración integral de cada paciente. Así, con este tipo de encuentros y gracias al trabajo conjunto de la comunidad médica "seguimos avanzando en la optimización del manejo del cáncer de próstata de alto riesgo".
El cáncer de próstata de alto riesgo se caracteriza por tumores agresivos con mayor probabilidad de propagarse y tener recidiva. Se define por factores como la extensión del tumor más allá de la próstata, un grado de tumor alto en la escala de Gleason (8-10) o Grupo 4-5, y niveles de PSA elevados (mayor a 20). Estos pacientes requieren un tratamiento más incisivo y pueden tener un pronóstico menos favorable, por lo que herramientas como la linfadenectomía son vitales.
El cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente entre los hombres; uno de cada cuatro hombres padecerá cáncer de próstata alguna vez en su vida, con una incidencia en nuestro país de más de 27.000 nuevos casos cada año.
Es una enfermedad silente, que cursa sin síntomas en la mayoría de los casos, pero que también tiene una alta tasa de curación si se detecta a tiempo y se diagnostica rápidamente.
Es vital enfatizar en la "importancia de la detección precoz y la necesidad de revisiones anuales a partir de los 50 años, controles que deben hacerse desde los 40-45 años si se tiene un familiar de primer grado que ha padecido un cáncer de próstata o si se tiene el gen BRCA2 positivo", advierte el doctor José Ángel Gómez Pascual.
Es fundamental que los hombres con factores de riesgo, como antecedentes familiares o edad avanzada, se sometan a pruebas de detección regulares, como un examen de recto y el análisis de PSA.
BENEFICIOS DE LA LINFADENECTOMÍA PÉLVICA EXTENDIDA
En pacientes con cáncer de próstata de alto riesgo, la linfadenectomía pélvica extendida (ePLND) permite identificar la presencia de metástasis en los ganglios linfáticos, lo que "ayuda a determinar la etapa del cáncer, a predecir el riesgo de progresión, influye en el pronóstico del paciente y en la elección del tratamiento postoperatorio", añade.
En pacientes con cáncer de próstata localmente avanzado de alto riesgo, las guías de práctica clínica recomiendan la realización de ePLND junto con la prostatectomía radical.
Además, en algunos casos, la ePLND puede mejorar la eficacia del tratamiento al permitir la extirpación completa del tumor y la eliminación de metástasis.
Entre los beneficios de la linfadenectomía pélvica extendida, el doctor Gómez Pascual, destaca "la detección temprana de metástasis, pues permite identificar la presencia de metástasis ganglionares en una etapa temprana, lo que puede mejorar el pronóstico del paciente; mejora el manejo postoperatorio, pues permite adaptarlo en función de los resultados de la ePLND, lo que puede mejorar la supervivencia y reducir la tasa de recaídas; e identifica los pacientes con mayor riesgo de progresión de la enfermedad, lo que permite ajustar el tratamiento y la vigilancia postoperatoria".