MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
Con motivo de la celebración de la conocida como Noche de San Juan, expertos de GAES han alertado de que el ruido de los petardos puede alcanzar los 120 decibelios y, por tanto, provocar dolores auditivos.
NOCHE DE SAN JUAN
En concreto, la explosión de un petardo puede generar entre 65 y 120 decibelios (dB), nivel máximo que permite la Unión Europea, ya que es donde se sitúa la barrera del dolor. De forma aproximada, un petardo destinado al público infantil puede oscilar los 66dB, uno de potencia moderada unos 70-80dB y uno de potencia elevada puede alcanzar entre los 80 y los 120dB.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa en los 65dB el límite recomendable de sonido apto para nuestra salud auditiva. La exposición prolongada a niveles superiores o recibir fuertes impactos sonoros puede provocar lesiones en nuestros oídos.
"La mayoría de petardos u otros artículos de pirotécnica superan este límite, así que debemos tomar ciertas precauciones en su uso para evitar que puedan generar daños en nuestros oídos o favorecer una posible pérdida de audición", han señalado los expertos.
EVITAR ESTAR CERCA DEL LUGAR DE LA EXPOSICIÓN
Por este motivo, el otorrino colaborador de la comunidad 'Viviendo el Sonido' de GAES, Juan Royo, ha asegurado que la mejor medida de prevención a la hora de tirar petardos es no situarse demasiado cerca del lugar de la explosión. "Cuantos más metros nos separen de la explosión, menor será el nivel de decibelios al que estaremos expuestos, reduciendo así las posibilidades de dañar nuestros oídos", ha aconsejado.
Asimismo, prosigue, es aconsejable utilizar tapones específicos porque minimizarán el impacto auditivo. De hecho, este tipo de protecciones permiten reducir el impacto del ruido sobre nuestros oídos y reducir el riesgo de lesiones, y sirven para aquellos que no puedan conciliar el sueño la noche del 23 por culpa de los petardos.
"El ruido de los petardos u otros artículos de pirotécnica pueden ocasionar la aparición de diversas lesiones auditivas, siendo la más frecuente es la aparición de acúfenos, la persona siente como ruidos en los oídos. Una lesión que puede ser bastante molesta y durar varias horas o incluso días. Además, en los casos más extremos, este trastorno puede ser permanente", ha recalcado Royo.
Otra de las lesiones más frecuentes es sufrir un trauma acústico, que se produce cuando se está expuesto a ruidos de una gran intensidad. En este caso, el especialista ha informado de que se notaría un fuerte dolor en el oído y, aunque esta lesión suele ser temporal, podría llegar a ser permanente dependiendo de la gravedad.