MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un equipo del Departamento de Nutrición Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con investigadores de la Universidad de Wageningen (Holanda), ha descubierto que la leche materna es fuente de bifidobacterias beneficiosas para la salud, según aparece publicado en 'Applied and Enviromental Microbiology'.
En concreto, los responsables del trabajo han conseguido aislar bifidobacterias en la leche humana, demostrando así que este alimento es también fuente de estos microorganismos potencialmente beneficiosos para la salud, y posibilitando su empleo como probióticos, ya sea en forma de preparados farmacéuticos o incorporados a diversos alimentos, incluidas las fórmulas infantiles.
Según explica el profesor titular de la UCM y director de este trabajo de investigación, Juan Miguel Rodríguez, en declaraciones al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), recogidas por Europa Press, "el problema que tiene el aislamiento de bifidobacterias es que son totalmente anaerobias --es decir, se desarrollan en un entorno sin oxígeno--, con lo cual resulta complicado mantener su viabilidad una vez aisladas. De hecho, ha sido necesario modificar los protocolos de aislamiento", precisó.
"Una vez lo conseguimos hemos encontrado no sólo una especie concreta, sino una diversidad bifidobacteriana relativamente grande, que se aprecia incluso en la leche de una misma mujer", añadió este experto.
Así, el equipo de investigación, tras aislar las bifidobacterias presentes en la leche materna, seleccionó las cepas de mayor interés para su utilización como bacterias probióticas. Según explicó Rodríguez, "la característica más importante de estas cepas son sus propiedades de modulación del sistema inmunológico". La administración de estos microorganismos podría ser útil para la prevención o el tratamiento de procesos inflamatorios o alérgicos en la población infantil o adulta.
La leche de cada mujer tiene una composición bacteriana única que transfiere al bebé cuando le amamanta. Así, la microbiota materna pasa a colonizar el intestino infantil, impidiendo el asentamiento de bacterias patógenas y contribuyendo a la correcta maduración de su sistema inmunitario.
En este sentido, los científicos y profesores integrantes de este grupo del Departamento de Nutrición y Bromatología de la UCM demostraron que algunas de las bacterias del intestino de la madre son capaces de migrar hasta la glándula mamaria y, a través de la leche, colonizar el intestino infantil. Además, explicaron que son las propias células del sistema inmunitario de la madre las que transportan estas bacterias hasta la glándula mamaria.