MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
La trombosis en los pacientes con cáncer es uno de los problemas más frecuentes y que más morbimortalidad les produce y, además, estos pacientes tienen más riesgo de sangrado y una mayor mortalidad, según se ha puesto de manifiesto en la última jornada del 'XXIV Simposio de Revisiones en Cáncer. Tratamiento médico del cáncer en el año 2022', organizada por la Universidad Francisco de Vitoria.
Durante la ponencia titulada 'Avances terapéuticos para trombosis asociada a cáncer', el doctor Pedro Pérez Segura, que también es coordinador del encuentro, ha afirmado que actualmente se conocen qué factores aumentan el riesgo de producirlos y, además, existen escalas que nos permiten cuantificar el mismo.
Asimismo, ha destacado que, a lo largo de los últimos años, ha quedado demostrado el papel que juegan las heparinas de bajo peso molecular tanto en la profilaxis como en el tratamiento de cualquier tipo de evento trombótico, "siendo el estándar de tratamiento para todas las instituciones y sociedades dedicadas a la trombosis".
Sin embargo, según el experto, en los últimos años se han desarrollado nuevos anticoagulantes en medicina, proceso en el que ha estado presente el ámbito de la oncología. "Fármacos como rivaroxabán, apixabán, gabigatrán, entre otros, están en valoración para conocer qué papel juegan en el tratamiento y profilaxis de estos eventos", ha apostillado.
NUEVAS OPORTUNIDADES TERAPÉUTICAS
Para cerrar esta XXIV edición del simposio, se ha ofrecido una visión de futuro sobre las nuevas oportunidades que surgen en el manejo del cáncer. Entre ellas, se han abordado los nuevos biomarcadores en el enfoque tumor agnóstico.
En este sentido, se ha recordado que la oncología de precisión se basa en la identificación de alteraciones moleculares, responsables de la iniciación y el crecimiento del tumor, como potenciales dianas para fármacos inhibidores específicos.
El doctor Jesús García-Foncillas López, del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, ha explicado que "el desarrollo de inhibidores de FGFR representa un ejemplo de la rápida evolución en el campo de la oncología dirigida con varios inhibidores frente al dominio tirosin quinasa del FGFR".
"Las alteraciones moleculares activadoras de FGFR (principalmente mutaciones de FGFR3 y fusiones FGFR2) se han detectado en varios tipos de tumores, especialmente carcinomas uroteliales y colangiocarcinomas intrahepáticos", ha explicado.
Por su parte, la doctora Nadia Hindi Muñiz, también del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, ha informado sobre las nuevas estrategias en el tratamiento de sarcomas de partes blandas. Este tipo de tumores constituyen una infrecuente y heterogénea familia de más de 70 entidades diferentes. De hecho, solo representan el 1-2 por ciento del total de las neoplasias del adulto.
"La investigación en sarcomas ha evolucionado en los últimos años desde una aproximación generalista (tratamiento similar de todos los subtipos) a un tratamiento mucho más individualizado", ha señalado la experta.
Además, ha añadido que "se han desarrollado estrategias enfocadas a una mejor selección de los pacientes, una optimización de la combinación de herramientas ya disponibles y al desarrollo de nuevos tratamientos basados en el mejor conocimiento de las bases moleculares de cada una de las diferentes entidades que constituyen este conjunto de enfermedades".