Los usuarios de lentes de contacto son uno de los colectivos con más riesgo de infección ocular en las piscinas
MURCIA, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los productos químicos del agua de las piscinas y el calor provocan, en muchos casos, conjuntivitis irritativas, víricas o bacterianas propias de estas fechas. Ojos rojos, escozor, quemazón, hipersensibilidad a la luz, sensación de cuerpo extraño y lagrimeo son algunos de los síntomas comunes que alertan de la presencia de conjuntivitis.
Según Ana Belén Almaida, presidenta del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Murcia, "los usuarios de lentes de contacto son uno de los colectivos con más riesgo de poder padecer algún tipo de infección ocular en las piscinas. Por ello, las personas que usan lentes de contacto deben extremar la higiene para reducir ese riesgo, lavándose y secándose bien las manos antes de tocar las lentes y los ojos en el ambiente de las piscinas o zonas de baño".
Para concienciar a la población sobre las claves y precauciones del uso de las lentes de contacto, el Colegio de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia, aconseja visitar siempre a un óptico-optometrista, tanto si eres usuario como si se quiere empezar a usar lentillas que, tras realizar un examen visual completo, aconseja sobre el mejor diseño, material y sistema de mantenimiento de las lentes, en función de tu problema visual.
Conservar las lentillas siempre con solución nueva. Si ésta no se renueva diariamente aumentan las posibilidades de sentir incomodidad por falta de limpieza o, incluso, llegar a tener visión borrosa, utilizar sólo las soluciones prescritas por tu óptico-optometrista para la limpieza y desinfección, explica el Colegio en comunicado.
Dejar de usar temporalmente las lentes de contacto, ante ojos hinchados, llorosos y rojos, hasta que vuelvan a la normalidad, consulta a tu óptico-optometrista, no utilizar las mismas lentillas más allá de su plazo de uso recomendado, pues se deterioran y aumenta el riesgo de efectos indeseables, que podrán afectar al uso confortable de ellas a medio y largo plazo.
Limpiar el estuche de las lentillas y cambiarlo cada dos meses, evitar el contacto ocular con el agua de la playa o piscina, no olvidar nunca las gafas graduadas y es necesario que tus ojos puedan descansar de las lentes de contacto de vez en cuando.