MADRID 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
El 30 por ciento de las enfermedades infantiles están asociadas al medio ambiente, por lo que los expertos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) aconsejan proteger a los niños de las enfermedades respiratorias que tienen su origen en la contaminación medio ambiental, en concreto en la contaminación del aire debida a gases y partículas emitidas por el transporte y las industrias, pero sobre todo por el tabaco.
Los profesionales de las enfermedades respiratorias creen oportuno hacer este recordatorio porque, como explica el presidente de la SEPAR, Juan Ruiz Manzano, "los pulmones no están desarrollados al nacer, ni siquiera en un niño de 8 años, sino que se desarrollan hasta alrededor de los 18 años".
Es por este desarrollo a lo largo de la infancia y la adolescencia, que la salud de este órgano puede verse especialmente alterada por los factores contaminantes del aire con efectos que pueden desembocar en enfermedades respiratorias crónicas en la edad adulta. Los efectos de la exposición van desde las malformaciones en el período prenatal hasta el asma infantil o la obstrucción pulmonar crónica en la edad adulta.
LOS EFECTOS DEL TABACO
Numerosos estudios han mostrado los efectos del tabaco en los hijos de madres fumadoras. Así, la talla y el peso de los bebés de madres fumadoras persistentes es menor que en los bebés de madres no fumadoras. Del mismo modo, los niños que sufren exposición pre y post natal al tabaco tienen mayor riesgo de sufrir infecciones respiratorias en los primeros años de vida y de ser diagnosticados de asma.
Por otro lado, los neumólogos también muestran su preocupación por la edad de inicio al consumo de tabaco, que en España se sitúa en los 13 años. Tal y como puntualiza el secretario general de la SEPAR, Eusebi Chiner, "a los 13 años se prueba el tabaco, a los 14 se fuma a diario y entre los 18 y los 29 es cuando se condensa la mayor franja de fumadores, un casi un 34 por ciento".
Y recuerda "la posibilidad de padecer una enfermedad de corazón es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados al día y al número de años en los que se mantiene este hábito nocivo". Por ello, los jóvenes que comienzan pronto en este hábito, "multiplican las posibilidades de desarrollar algún tipo de enfermedad respiratoria, tumor o complicación cardiovascular como adultos", asegura Chiner.
LA CONTAMINACIÓN EN LOS NIÑOS Y ANCIANOS
El otro factor causante de enfermedades respiratorias en la infancia o con secuelas en la edad adulta es la contaminación atmosférica. "Se calcula que un 35 por ciento de la población española respira aire contaminado pero son los dos extremos de la vida, los recién nacidos y las personas más mayores, los más vulnerables al efecto de la contaminación en las ciudades" explica el doctor Chiner.
La SEPAR recuerda que los niños que residen a menos de 300 metros de una autopista tienen un menor desarrollo pulmonar que los que residen a 1.500 metros, a causa de la toxicidad de los motores diesel. La reducción de la función pulmonar infantil es un conocido factor de riesgo en el desarrollo y empeoramiento del asma y el posterior desarrollo de EPOC (enfermedad de obstrucción pulmonar).
Asimismo, los niños y los asmáticos son los más afectados por la exposición a concentraciones de NO2 que se relacionan con enfermedades respiratorias crónicas, el envejecimiento prematuro del pulmón y con la disminución de su capacidad funcional.