MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
El sedentarismo y el exceso de grasa abdominal marcan el inicio de la diabetes, según ha informado el endocrinólogo de Hospitales Nisa, Javier Maravall, quien ha avisado de que ocho de cada diez personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso.
De hecho, la estrecha relación entre obesidad y diabetes ha servido para acuñar el término diabesidad, ya que ambas, diabetes y obesidad, comparten como mecanismo fisiopatológico la resistencia a la insulina. Así, cuando su existencia se alarga en el tiempo, un mal control de la enfermedad trae consigo altísimas posibilidades de dar origen a complicaciones crónicas en vista, riñones y nervios periféricos, si bien el punto más preocupante es la salud cardiovascular.
"Las personas con diabetes tienen mayor riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares: angina de pecho, infarto de miocardio, accidentes vasculares cerebrales, disminución de la sangre que llega a las piernas, etc", ha recalcado Maravall.
Y es que, para que aparezca la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) deben coexistir dos problemas: por un lado, la "resistencia" a la acción de la insulina, es decir, la insulina que produce nuestro páncreas no ejerce de forma correcta el efecto que debería sobre nuestro organismo; y por otro lado, debe existir también un déficit en la producción de la insulina. Esto tiene un fuerte componente genético y provoca un deterioro progresivo en la capacidad del páncreas para producir insulina.
RETRASAR LA APARICIÓN DE LA DIABETES
El páncreas inicialmente aumentará la producción de insulina, para compensar esa resistencia, pero a medida que se vaya deteriorando la producción de insulina, llegará un momento que ya no será posible contrarrestar esa resistencia, y en ese momento empezarán a subir los niveles de glucosa en la sangre.
Este es el motivo de que la diabetes aparezca a una cierta edad de la vida, al igual que la reducción del perímetro de cintura y el ejercicio físico tengan capacidad para retrasar la aparición de la diabetes. Son, además, el punto de partida para controlar la enfermedad cuando ya ha aparecido porque reducen esa resistencia a la insulina y retrasan el deterioro de la célula pancreática productora de insulina.
"No obstante, el deterioro en la producción de insulina por el páncreas es progresivo, a pesar de un tratamiento médico correcto, ejercicio y dieta y por lo tanto la evolución natural de la diabetes es a empeorar con los años. Por lo tanto la DM2 no se cura solo con tratamiento médico. El control metabólico puede ser excelente durante mucho tiempo, pero antes o después el problema volverá a aparecer. Yo me puedo olvidar de la diabetes, pero la diabetes no se olvidará de mí", ha afirmado el experto.
Finalmente, el especialista ha señalado que el hecho de reducir de forma eficaz el perímetro de cintura y realizar una actividad física aeróbica de forma habitual puede normalizar por completo los niveles de glucosa, sobre todo en fases iniciales de la enfermedad. "Pero el proceso de deterioro del páncreas progresará, aunque más lentamente. Por ello, durante los años que consigamos tener bien controlada la diabetes con unos hábitos de vida higiénico saludables --actividad física y dieta equilibrada-- estaremos haciendo una intensa prevención de la aparición de complicaciones crónicas", ha zanjado.