MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
En el País Vasco se detectan "unos 145 casos nuevos de artritis reumatoide cada año", según el doctor Iñaki Torre, médico especialista en reumatología del Hospital de Basurto.
Así, lo ha declarado durante el videofórum 'De la A a la R. Debatiendo en profundidad sobre la AR', organizado por la Liga de Enfermos Vizcaínos de Artritis Reumatoide (LEVAR) y la Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis) con la colaboración de la compañía farmacéutica Lilly.
Se estima que más de 9.000 vascos, dos tercios de los cuales residen en Bizkaia -5.700 personas-, sufren artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune sistémica que cursa en brotes y que provoca la inflamación crónica de las articulaciones y su progresiva destrucción, causando síntomas como rigidez articular, dolor o fatiga, han explicado desde Lilly.
Por otro lado, tanto el doctor Torre, como Montserrat Romera, especialista en reumatología del Hospital de Bellvitge, en Barcelona, y portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER), han charlado acerca de la importancia de una comunicación fluida entre pacientes y profesionales sanitarios.
"La opinión de los pacientes en las consultas es una de las piedras angulares en las que se debe basar la relación médico-paciente", ha asegurado el especialista, una afirmación con la que se mostró de acuerdo Ainara Díez, representante de LEVAR, que señaló sobre todo la importancia de "añadir una pregunta más en las consultas acerca de si el paciente es capaz o no de llevar una vida normal, teniendo en cuenta que este concepto puede variar entre una y otra persona".
En opinión de la representante de LEVAR, "no existe suficiente concienciación en torno a la artritis reumatoide en ningún ámbito, ya que es una enfermedad invisible y la limitación a veces se ve y a veces no". Como señaló, "es fácil entender la fiebre, ya que hay un termómetro que indica una mayor temperatura, pero es más difícil ver y medir el dolor".
PACIENTES Y REUMATÓLOGOS DEBEN "NEGOCIAR" LOS OBJETIVOS TERAPÉUTICOS
"Es necesario conocer al paciente y negociar con él los objetivos a medio y largo plazo, así como implicarle en la toma de decisiones, lo que ayudará a obtener resultados mejores y más satisfactorios; un paciente implicado es más autónomo con respecto a su enfermedad y más adherente", ha subrayado Torre, que cree que hay que ser cada vez más ambicioso en los objetivos de esta enfermedad.
Aún existen pacientes refractarios a tratamientos e incluso pacientes que se consideran "en remisión y que pueden tener pequeños brotes", destacó este especialista, que reiteró el diálogo como la mejor manera de detectar cualquier síntoma o un posible brote de la enfermedad.