MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Expertos de Vithas Madrid Aravaca han subrayado que la detección de PSA puede llegar a reducir hasta un 20% el riesgo individual de morir por cáncer de próstata, el tumor más frecuente en varones y la tercera causa de muerte por cáncer en hombre seggún la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Ante ello, el responsable de la Unidad de Urología del Hospital Universitario Vithas Madrid Aravaca, Asier Leivar, ha recalcado la necesidad de recomendar este cribado a partir de cierta edad, en torno a los 45 años, cuando se presentan circunstancias de riego como puede ser el factor genético.
Para no caer en el sobrediagnóstico del cáncer de próstata a través del PSA, ya que este no es un marcador tumoral especifico del cáncer de próstata, el experto apunta que es importante la estratificación del riesgo, es decir, realizar una valoración individual para determinar la "probabilidad" de sufrir este cáncer y, por supuesto, con la resonancia magnética nuclear (RMN).
"Con la resonancia magnética podemos identificar las lesiones en la próstata con mayor precisión y logramos reducir la necesidad de procedimientos invasivos innecesarios como puede ser una biopsia cuando se trata de lesiones benignas", ha apuntado.
El mes de noviembre es conocido por el movimiento Movember que busca concienciar sobre la salud del hombre ya que la mejor manera para prevenir el cáncer de próstata es acudir al urólogo. "Para prevenir este tipo de cáncer no hay recomendaciones dietéticas por lo que ir a revisión es fundamental ya que la detección precoz del cáncer de próstata es la mejor manera de ponerle solución", ha recordado.
En cuanto a en qué consiste una revisión urológica, el doctor ha explicado que debe ser a los 50 años salvo que tengamos antecedentes que se recomienda adelantarla a los 45 y detalla las pruebas que se realizan.
En detalle, una revisión urológica se basa en una analítica de sangre para conocer el PSA y, si está elevado, investigar cuál es el motivo; una ecografía urológica para ver los riñones, la próstata y la vejiga; una flujometría que mide la presión-flujo, es decir la fuerza del caudal de la orina, para hacerse una idea de si hay síntomas obstructivos; y un tacto rectal, sobre todo en la primera consulta, para poder tocar la próstata.
"El temido tacto rectal es una exploración rápida que no duele ni tiene ningún peligro", ha tranquilizado el especialista.