MADRID 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El jefe de Hematología Clínica del Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla), Ildefonso Espigado Tocino, ha asegurado que la selección de donantes en el trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH) debe enmarcarse dentro de una medicina "altamente personalizada e individualizada" según la situación clínica del paciente y de la enfermedad, así como de las opciones de donantes disponibles.
El experto se ha pronunciado así durante el LXI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y XXXV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), celebrado recientemente en Valencia.
En este sentido, y ante el crecimiento exponencial de trasplantes realizados con donación de familiar haploidéntico (HLA1 50% compatible), Espigado ha recordado que, en estos momentos, no existe evidencia científica para cambiar el orden de selección de donantes en el TPH. Es decir, un hermano HLA idéntico o, en su defecto, un donante no emparentado HLA 8/8 compatible continúan siendo las opciones preferibles para la mayor parte de los pacientes.
"El uso de sangre de cordón umbilical puede tener preferencia para determinados pacientes pediátricos y minorías étnicas, mientras que la elección entre un donante no emparentado HLA 7/8 o un donante emparentado haploidéntico debe individualizarse y está muy ligada a la práctica clínica de cada centro", ha apostillado.
Dicho esto, el experto ha señalado que, aunque los resultados publicados de estudios sobre TPH de familiar haploidéntico son "muy prometedores", se trata de investigaciones de naturaleza retrospectiva y, por tanto, "inadecuados" para fundamentar un cambio en la práctica clínica. "Por tanto, es necesario disponer de estudios prospectivos comparativos para evaluar adecuadamente el posible papel del trasplante de donante familiar haploidéntico antes de colocarlo en primer o segundo lugar en el orden de selección de donantes", ha añadido.
Por su parte, el director del Instituto de Investigación Anthony Nolan (Londres), José Alejandro Madrigal Fernández, ha recordado que el TPH es un procedimiento muy agresivo que tiene un alto riesgo de mortalidad y cuyas complicaciones continúan representando un "serio problema". Por ello, apostilla, tanto el paciente como su familia requieren de mucho apoyo durante y después de este proceso.
"Queda mucho por avanzar en la preservación de la calidad de vida de las personas que se someten a un TPH. A pesar de los increíbles avances que se han producido en los últimos años, debemos continuar potenciando las investigaciones clínicas traslacionales para lograr evitar el rechazo, las infecciones y las recaídas, y que se incremente la tolerancia, de tal forma que se pueda extender el beneficio de este procedimiento a otras patologías, como por ejemplo, las enfermedades autoinmunes", ha zanjado Madrigal.