MADRID 24 May. (EUROPA PRESS) -
El director del Programa de Epilepsia del Servicio de Neurología del Hospital Ruber Internacional, Antonio Gil-Nagel Rein, ha destacado, con motivo del Día Nacional de la Epilepsia, los avances que se han producido en el tratamiento de esta enfermedad que en España padecen alrededor de 350.000 personas.
Se trata de una patología cerebral que afecta al 0,8 por ciento de la población, pero en el 25 por ciento de los casos las crisis epilépticas no se controlan con la medicación (epilepsia refractaria), problema que padecen en España unas 87.500 personas, para las cuales la cirugía suele ser eficaz cuando es posible localizar la zona del cerebro causante de las crisis.
La extirpación quirúrgica de la zona enferma permite el control de las crisis en el 70 por ciento de los pacientes y la mejoría en más del 80 por ciento. Desde hace pocos años la cirugía de epilepsia puede aplicarse en una mayor proporción de pacientes, muchos de los que anteriormente no se consideraban operables porque la zona epileptógena no se podía localizar o porque la intervención se consideraba demasiado arriesgada.
"Ahora contamos con técnicas que permiten localizar la zona epileptógena en pacientes, con Resonancia Magnética cerebral normal y operar lesiones que se encuentran en regiones cerebrales de riesgo, como es en la cercanía de la corteza cerebral motora y del lenguaje", ha explicado el doctor.
Según este experto, estas técnicas incluyen ablación mediante láser que permite la destrucción del foco en una intervención directa. A través de un orificio de dos milímetros de diámetro, evitando lesionar áreas cerebrales esenciales que se encuentran en la vía de acceso a la lesión.
El ingreso necesario no suele ser superior a 48 horas y el paciente puede inmediatamente reincorporarse a su actividad habitual. Asimismo, el especialista en neurocirugía de epilepsia de niños y adultos del mismo centro hospitalario, Marcelo Budke Neukamp, describe algunas otras técnicas como la estereoelectroencefalografía-EEG, técnica de evaluación prequirúrgica.
"Mediante electrodos profundos es posible delimitar con mayor precisión la zona que debe ser intervenida. Para ello se implantan electrodos en las zonas sospechosas de inicio de las crisis, mediante una técnica precisa y la utilización de neuronavegación y un robot quirúrgico", ha añadido.
La termocoagulación, que una vez localizada la zona epileptógena es posible eliminarla o reducir su actividad anómala mediante la aplicación de energía eléctrica sobre la lesión, utilizando los electrodos profundos. Asimismo, Gil-Nagel Rein ha destacado también un análisis de fuente que permite una localización más precisa que con la electroencefalografía (EEG) habitual.
"Gracias a esta técnica, unida a las pruebas de imagen cerebral (resonancia magnética, tomografía por emisión de positrones, etc.) es posible identificar el foco en pacientes en los que anteriormente no era posible", ha enfatizado.
Como ha comentado el neurocirujano Budke, un estudio genético de la pieza quirúrgica consigue identificar mutaciones que han dado lugar a la formación de zonas de corteza cerebral epileptógena, facilitando el desarrollo de terapia dirigida a la causa de la epilepsia. De acuerdo al doctor Gil-Nagel Rein, se cuenta lo tanto con métodos que llevan a identificar la zona epileptógena mejor y con mayor precisión, facilitando la realización de intervenciones dirigidas y más precisas.
"La cirugía de epilepsia ha avanzado y seguirá avanzando mucho, y actualmente contamos con métodos mínimamente invasivos que permiten tratar con eficacia la epilepsia sin necesidad de someter a los pacientes a una craneotomía", ha zanjado Budke.