Experto denuncia escasez de "buenos" tratamientos farmacológicos para combatir la obesidad

Test morbilidad, obesidad
ep
Actualizado: jueves, 21 octubre 2010 15:30

MADRID 21 Oct. (EUROPA PRESS) -

En los últimos años se ha producido en España un aumento de la obesidad, que afecta ya a uno de cada cuatro ciudadanos, pese a lo que todavía "no se disponen de buenos tratamientos farmacológicos para su tratamiento", según asegura el doctor Fernando Cordido, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

Según este experto, que ha coordinado el VII Curso de Formación Continuada en Endocrinología y Nutrición recientemente celebrado en Madrid, el tratamiento farmacológico para la obesidad es todavía "muy limitado", pese a que sí se han dado numerosos avances a la hora de descubrir las causas que la originan.

De hecho, Cordido reconoce que los endocrinólogos han visto "reducido" el armamento terapéutico para luchar contra la obesidad "de tres a solo un fármaco en sólo cuestión de meses".

Otro de los temas tratados ha sido la relación de la obesidad con la diabetes, donde "tampoco ha experimentado una revolución terapéutica en su tratamiento".

En este aspecto, durante el curso de formación se ha informado del potencial que puede ofrecer el GLP-1, una hormona con carácter de incretina cuyas funciones básicas consisten en aumentar la secreción de insulina por parte del páncreas de manera dependiente de la glucosa, suprime la secreción de glucagón (hormona que eleva la glucemia) del páncreas e incrementa la expresión del gen de la insulina.

"No cabe duda --asegura el doctor Cordido-- de que nos encontramos ante un elemento que puede desarrollar un papel muy importante, debido a su mecanismo dual, ya que además de servir para tratar la diabetes, palia un mecanismo patogénico primordial de ésta como es el exceso de peso".

Del mismo modo, en el curso se ha tratado la relación de la diabetes con los inhibidores de la renina en la nefropatia diabética, complicación que desarrolla hasta el 40 por ciento de los afectados diabéticos tipo 2.

Según Cordido, el control de la presión arterial es "un aspecto clave en el tratamiento de esta patología" y, gracias a inhibidores que van a la diana específica del diabético con problemas renales, "muchos podrán ver mejorada su calidad de vida", asegura el doctor.