MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El catedrático de la facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, Manuel Vitoria Ortiz, ha considerado que las guerras han marcado el devenir de la Enfermería moderna por la "asistencia al soldado herido".
"El fenómeno histórico y social que es la guerra, siempre en el ADN de la humanidad por desagradable que sea, ha marcado poderosamente el devenir de la Enfermería moderna a través de la asistencia voluntaria al soldado herido", ha indicado durante la V jornada de Historia de la Enfermería 'Koldo Santisteban Cimarro', organizada en Bilbao por el Colegio de Enfermería de Bizkaia.
Según el experto, hay "hechos históricos que lo confirman". "La atención sanitaria prestada en las Guerras Carlistas, que comenzaron en 1833, y el sitio de Bilbao. Zumalacárregui y los auxiliares, la Guerra del Rif en Marruecos con el Desastre de Annual y el Desembarco de Alhucemas y la postguerra hospitalaria de la Guerra Civil española con los hospitales de sangre", ha precisado Vitoria.
Sin embargo, en aquel tiempo el enfermero actuaba únicamente de manera asistencial, "mayoritariamente amparado y dirigido por médicos, carenciendo de una formación reglada y específica en la materia".
"Paulatinamente, estos enfermeros fueron aprendiendo el oficio por contacto con el enfermo y por su relación y dirección médica. Su colaboración fue muy necesaria y fundamental en la sanidad hospitalaria de aquella época", ha agregado.
Los enfermos eran pacientes heridos con secuelas mayoritariamente de guerra, amputados con infecciones purulentas, falta de antibióticos, carencia de higiene, tuberculosis galopante y septicemias generalizadas con muertes diarias muy frecuentes.
Todos ellos "atendidos por los pocos médicos del momento y las omnipresentes monjas de diversas órdenes religiosas, con nula formación técnica, que era suplida por el talante religioso caritativo de su orden hospitalaria", según Vitoria.
Por su parte, la enfermera del Punto de Atención Continuada de Sestao, Ana Isabel Rincón, ha considerado los inicios de la profesión como "convulsos y emocionantes". Rincón ha situado estos inicios "desde la Conferencia de Alma Ata de 1978 donde se definió la atención primaria y, en España, desde 1985 cuando se publicó el decreto de creación de la Atención Primaria".
Desde el año 2013 la enfermería dispone "del reconocimiento oficial, con la primera promoción de enfermeros internos residentes de la especialidad de Familiar y Comunitaria. El reto que se presenta para estas nuevas profesionales, ahora que las enfermeras que comenzaron estos proyectos están cansadas o en camino de la jubilación, es volver a centrar a la enfermería en su campo específico de promoción y prevención de la salud de la comunidad", ha agregado Rincón.
Por último, la enfermera del Centro de Salud de Leioa, Eguzkiñe Gallastegi Lete, ha pronunciado una una ponencia titulada, 'Yo, enfermera', en la que ha desgranado los diversos destinos asistenciales recorridos en toda una vida entregada a la profesión de Enfermería.