MADRID, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
El jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Infanta Leonor de Madrid y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Javier Quintero, ha avisado de que el tabú generalizado sobre la incontinencia urinaria masculina puede agravar la patología.
En España, uno de cada cuatro hombres por encima de los 40 años sufre incontinencia urinaria, patología que suele conllevar ansiedad, vergüenza, falta de seguridad y soledad. "Cuando una persona empieza a sentirse insegura es fácil que evite el contacto social y situaciones donde sus síntomas se pueden ver más expuestos. No es infrecuente que un paciente incontinente acabe evitando encuentros sociales donde no tenga la garantía de poder estar cómodo con sus síntomas", ha dicho el experto con motivo del lanzamiento del episodio final de la primera temporada de 'Al fondo a la derecha', el pódcast especializado en incontinencia urinaria que conduce el humorista Agustín Jiménez.
De hecho, muchos hombres se aíslan y evitan hablar del problema que padecen, lo cual contribuye a que sus inseguridades se reproduzcan hasta poder afectar a sus relaciones diarias. "Además, todo lo que afecta a nuestro sistema genitourinario es especialmente sensible y, por tanto, es más frecuente que cueste hablar de ello cuando algo no funciona como debería y que resulte más complicado buscar ayuda, más aún si se trata del varón", ha añadido el especialista.
En este sentido, un síntoma que preocupa especialmente a los pacientes es el olor. "La ansiedad que provoca puede convertirse en un problema importante, sobre todo en la incontinencia de urgencia, en la que puede originarse una pérdida involuntaria. De hecho, la incertidumbre ante el mal olor puede llegar a convertirse en crónica y mermar la calidad de vida de forma inesperada. El temor al mal olor afecta a los pacientes a nivel emocional de forma severa, ya que acaba menoscabando su autoestima y seguridad, de forma que evitan situaciones sociales en las que puedan sentirse juzgados", ha enfatizado el doctor.
Todo esto se suma al hecho de que el 40 por ciento de los hombres tardan más de un año en acudir al especialista para consultar sus síntomas debido, en parte, a que existe una relación problemática entre el cuidado de la salud y la masculinidad.
"Esto provoca que muchos hombres no sientan la consulta del urólogo como un espacio seguro y que, por tanto, eviten hablar sobre las implicaciones emociones de la incontinencia urinaria. Por este motivo, relación médico-paciente depende en gran medida de la seguridad que el profesional sanitario transmite al paciente y sostiene que todos deberíamos tener un médico de confianza al que poder expresarle nuestras dudas sobre salud", ha recalcado Quintero.