MADRID 26 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Navidad es una época en la que las familias reafirman su unión y su cariño aunque, también, son las fechas en las que se hacen más visibles las rivalidades y envidias entre los distintos miembros, según el psicólogo clínico Esteban Cañamares, que ha alertado de que tras las navidades se produce un aumento del 25 por ciento en las consultas de los psicólogos.
Asimismo, el experto ha avisado, en declaraciones a Europa Press, de que las disputas se pueden producir también entre las parejas como consecuencia de que, muchas de ellas, no se sienten "identificados" con sus familias políticas.
"Las reuniones familiares en Navidad, más que actos religiosos son actos de reafirmación familiar porque es cuando nos mandamos mensajes de que estamos unidos. No obstante, desgraciadamente, eso también sirve para poner en evidencias las rivalidades, produciendo un aumento de las depresiones", ha explicado el experto.
Ahora bien, los adultos son las personas más propensas a padecer estos cuadros depresivos y, especialmente, aquellos que cuentan con un menor apoyo social, los que tienen más tendencia a sentirse culpable de lo que pasa a su alrededor, y los que ya han tenido conflictos en estas fechas.
LA AUSENCIA DE LOS SERES QUERIDOS
Por otra parte, otro de los factores que influyen negativamente en el estado anímico de las personas a la hora de celebrar las navidad son los fallecimientos que se hayan producido a lo largo del año. "Si ha habido una muerte se pone más en evidencia en estas fechas justamente porque son momentos de recuentro familiar y de reafirmar la unión que se ve alterada cuando un miembro falta", ha recalcado el experto.
Sin embargo, y pese a que la crisis económica está influyendo de manera muy negativa en muchas personas como consecuencia de la pérdida de trabajo y de las carencias económicas, la pérdida de los bienes materiales que lleva emparejada esta situación no influyen en las navidades.
"La crisis no afecta tanto en estas fiestas por el hecho de que hay menos dinero porque si no se puede comer cordero pues se come tortilla de patatas. En lo que sí afecta es en la sensación de que algo va mal y de que nos está pasando lo mismo a muchos de nosotros", ha subrayado el psicólogo.
Por último, Cañamares ha recomendado que, para pasar unas buenas navidades, las personas se mentalicen de que se van a volver a encontrar con sus familiares, de que se van a poner de manifiesto las "rendicillas, las rivalidades y las ausencias". No obstante, ha subrayado la importancia de que, en el caso en el que se prevea una "catástrofe", se evite acudir a estas citas.