Experto afirma que el recorte de las ayudas para tratar la malaria dificulta el reto de reducir el número de afectados

Enferma de malaria en África
RACHEL STEVENS
Actualizado: lunes, 23 abril 2012 16:25

MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

El doctor Javier Montero Jiménez, internista del Hospital USP San Camilo de Madrid, ha manifestado su pesimismo de alcanzar el objetivo fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de reducir la mortalidad por paludismo en un 75 por ciento para 2015, tras los recortes de las ayudas destinadas al Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria con motivo del Día Mundial de esta enfermedad, que tiene lugar este miércoles.

Este anuncio incide "muy negativamente" a la hora de mejorar el abordaje de esta enfermedad, que aparece especialmente en países situados en el centro de África y en Asía, declara Montero Jiménez a Europa Press.

"Con esta reducción de capital ese objetivo va estar lejos y va a suponer un retroceso con cifras escalofriantes de mortalidad infantil", insiste este experto, quien precisa que la malaria incide en colectivos vulnerables como niños, mujeres embarazadas y ancianos.

El hecho de que aparezca en menores radica en que su sistema inmunológico está "más debilitado" con respecto al de los adultos, que tras haber experimentado "sucesivas picaduras" del mosquito que provoca la malaria establecen una "inmunidad natural", explica Montero Jiménez. Por tanto, las consecuencias de esta enfermedad en niños son "fatales", añade.

Los investigadores tratan de conseguir la vacuna contra esta enfermedad que, en opinión de este experto, está todavía lejos de lograrse, puesto que es muy compleja.

Así, este especialista explica que la malaria consta de diferentes ciclos evolutivos, desde que entra el parásito en el cuerpo hasta que produce manifestaciones en el que la padecen. Por lo que, existen diferentes estadios para las que hay vacunas independientes pero, "lamentable, no existe una que cubra todas las fases de la malaria".

Montero Jiménez denuncia además que el desarrollo de esta vacuna requiere de "altas inversiones económicas", por parte de las compañías farmacéuticas, que los países destinatarios, que son extremadamente pobres, no podrían absorber por sí solos, sin la ayuda de organizaciones no gubernamentales y estatales. "Hay que conseguir fármacos más económicos y eficaces", ha apostillado.

Mientras tanto, este experto recomienda que las personas de estos países utilicen, en sus domicilios, colegios y hospitales, mosquiteras "eficaces" impregnadas de insecticida con las que se puede conseguir hasta una reducción del 50 por ciento en la transmisión del parásito.

También, aconseja la fumigación de espacios interiores con insecticidas, el uso de combinaciones farmacológicas para casos declarados, y el tratamiento preventivo intermitente de las mujeres embarazadas.

VIAJES A ZONAS ENDÉMICAS

Por otro lado, Montero Jiménez denuncia que "todavía" se diagnóstica de malaria a personas que han viajado a zonas endémicas y que no han tomado la medicación preventiva o utilizado mosquiteras en su alojamiento.

Además, estas personas tienen que utilizar repelentes cutáneos de alta potencia, camisas de manga larga y evitar los pantalones cortos para reducir las áreas de exposición a la picadura del mosquito. Con todo, este experto reconoce que se trata de "casos marginales".

Otros casos de paludismo que se detectan en estos momentos en España responden a inmigrantes procedentes del África Subsahariana, que manifiestan "una malaria adquirida previamente en su país de origen".

La malaria, que está causada por la infección del parásito 'Plasmodium' sobre un individuo susceptible de padecer la infección, tiene como principal manifestación una "fiebre elevada intensiva" y una "tiritona tremenda".

Para el desarrollo de la malaria, explica este experto, se estima que resultan necesarias más de 50 picaduras anuales por el mosquito infectado, que inoculará una cantidad de plasmodios que se reproducirán en el hígado y los glóbulos rojos del sujeto parasitado.

De las aproximadamente 3.000 millones de personas que viven en algunos de los 103 países endémicos, 243 millones desarrollan anualmente paludismo sintomático, y de éstas, 860.000 morirán, el 80 por ciento niños del África Subsahariana. "Unas cifras estadísticas escalofriantes", concluye este experto.