El verano deja entre 3 y 5 kilos más: comemos menos pero peor
MADRID, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las vacaciones estivales suelen conllevar excesos en la alimentación, una ingesta mayor de alcohol, grasas y dulces, así como un desorden en las comidas, una alimentación que suele dejar entre 3 y 5 kilos de peso más que pueden afectar a la salud.
"En esta época del año existe un mayor riesgo de aumentar de peso porque comemos menos, pero comemos peor. Podemos llegar a engordar entre 3 y 5 kilogramos si no tomamos algunas medidas para evitarlo", ha explicado el doctor Miguel Ángel Vázquez, especialista en medicina interna del Hospital Vithas Madrid La Milagrosa.
En este sentido, es necesario tomar medidas para impedir que los malos hábitos incorporados en verano pasen a formar parte de nuestro estilo de vida durante el resto del año y así evitar esos 'kilitos de más'.
"La actividad diaria estival debe basarse en tres pilares fundamentales: alimentación consciente, estilo de vida activo y descansar y desconectar", ha explicado el doctor Vázquez, que destaca la importancia de evitar los atracones: "Tenemos que anticiparnos, es decir, no acumular hambre".
Junto a la alimentación también se pone en valor la actividad física o realizar actividades motivadoras. Según este experto, es recomendable "al menos 40 minutos del día a practicar deporte, lo que permite garantizar un aumento de la masa muscular y la utilización de la grasa como fuente de energía". "La actividad física se puede realizar al aire libre o caminando unos 6 o 7 kilómetros, entre otros", ha apostillado.
En esta misma línea, el doctor destaca los beneficios de buscar actividades motivacionales que "desarrollen nuestro lado más imaginativo y nos aporten satisfacción, además de hacernos sentir completos y felices".
"No debemos sentirnos culpables", ha hecho hincapié.
Sobre este punto también ha incidido la doctora Daniela Silva, responsable de la Unidad de Obesidad Integral y Nutrición de Vithas Internacional, que ha hecho hincapié en que "lo principal es no sentirnos culpables", destacando que es "normal" que en verano se lleve una alimentación menos saludable.
DISFRUTAR DE LOS PEQUEÑOS PECADOS
"Disfrutar de esos pequeños pecados también forma parte de la salud mental de todos", ha subrayado la especialista, que recuerda que, "una vez empecemos nuestra rutina habitual de estudio, trabajo, etcétera, será mucho más fácil empezar a comer mejor".
Entre los consejos para recuperar la normalidad, la doctora ha destacado la conveniencia de incluir una fruta o verdura de temporada en cada comida e intentar cocinar en casa, "lo que nos permite no solo ahorrarnos dinero, sino también hacer elecciones más saludables".
Además, recomienda apostar por las ensaladas, "que siguen apeteciendo con el calor". "Es una buena forma de ser creativo. Puedes utilizar queso mozzarella, de cabra o feta, así como semillas e incluso frutas. También puedes jugar con el tipo de lechuga, recurriendo a la rúcula, los canónigos o la espinaca. Recuerda aliñar siempre con aceite de oliva virgen extra", ha señalado.
Igualmente, la doctora Silva también insiste en la necesidad de beber mucha agua y, sobre todo, "darse un respiro de las bebidas alcohólicas".
RECOMPENSA CEREBRAL
Por su parte, Leticia Pérez del Tío, psicóloga sanitaria del Hospital Vithas Madrid Aravaca, ha explicado que tanto la sensación de sed como la de hambre están reguladas por mecanismos homeostáticos, que, "a través de señales fisiológicas, inician y detienen esas sensaciones".
Sin embargo, también están reguladas por mecanismos no homeostáticos, "como el sistema hedónico, que regula el apetito y la saciedad activando el sistema de recompensa cerebral como respuesta a un alimento con una alta palatabilidad".
Así, la sal, el azúcar y las grasas son agentes palatables de los alimentos que nos resultan agradables al paladar, ha concretado, "por lo que tendemos a repetir su consumo para seguir activando nuestro sistema de recompensa cerebral, aunque no necesitemos objetivamente nutrientes". "Es importante ser conscientes de este dato para regular el consumo de alimentos sabrosos, dulces o grasos y prevenir así el sobrepeso", ha zanjado.