Experto aboga por un cambio en la gestión del conocimiento y acortar la distancia entre investigación clínica y de base

Actualizado: lunes, 6 septiembre 2010 18:57

SEVILLA, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -

El director de la Unidad de Genética y Reproducción del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, Guillermo Antiñolo Gil, ha inaugurado los cursos de verano que la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) organiza en Sevilla desde con la conferencia 'Genética y Genómica: nuestra herencia, nuestro futuro', "un viaje sobre el impacto de la genética clínica", según ha señalado.

En el acto, en el que también han estado presentes, entre otros, el rector de la UNIA, Juan Manuel Suárez Japón, la vicerrectora de Extensión Universitaria, María García Roncel, y la consejera de Salud, María Jesús Montero, Antiñolo ha destacado la necesidad de un cambio "en la manera de gestionar el conocimiento que desde el año 2000 se tiene sobre el genoma humano" y se ha adentrado "en las perspectivas que tienen las nuevas tecnologías e investigaciones para mejorar la salud de nuestros pacientes en innovación clínica".

El especialista, que fue condecorado en 2008 por el Ministerio de Sanidad por su contribución a las terapias avanzadas de medicina fetal en el Sistema Nacional de Salud y que puso en marcha el diagnóstico genético preimplantatorio, con el que en 2006 consiguió el primer nacimiento en España de un bebé libre de una enfermedad hereditaria, ha reconocido que iba a hablar "de sueños que se pueden cumplir" y ha apostado por "romper techos de cristal y romperlos en Andalucía".

"El ocho por ciento de las personas es diagnosticado antes de los 25 años de una enfermedad que tiene un componente genético, y entre las enfermedades raras, un 80 por ciento presenta una base genética" ha recordado, a la par que ha reiterado que, en su conjunto, afectan a 24 millones de personas en la Unión Europea y a unos tres millones en España".

Ha lamentado la "distancia entre los resultados de las investigaciones y su aplicación cotidiana" y ha indicado que esta cuestión "debe de estar presente en la forma en la que trabajamos en los sistema de salud", aseverando que "cambiar el modelo de cómo trabajamos actualmente en biomédica es uno de los desafíos y las razones que podrán hacernos más sostenibles en el futuro".

En este sentido, ha apuntado que los pilares para producir ese cambio son la mejor práctica clínica, una atención a los pacientes suficiente, una gran capacidad de investigación, confianza y motivación, transparencia y responsabilidad, una infraestructura adecuada y nuevos sistemas de gestión, formación y enseñanza.

El también director del Plan de Genética de Andalucía ha insistido en la importancia en el avance hacia la medicina personalizada en la que el tratamiento se prescribirá en función de un mapa personal del genoma de cada individuo, "en un modelo más cercano a la práctica clínica que al estudio y hacer un diagnóstico presintomático".

Además, ha hablado sobre el proyecto 'Genoma Médico', "una iniciativa de alto nivel internacional que se engloba dentro de los nuevos conceptos de medicina genómica y personalizada" y ha añadido que cuenta con financiación pública y privada "combinada con instituciones de investigación y los sistemas de salud, servicio médico y hospitales".

"Al combinar todas las etapas del proceso, hace posible que el proyecto sea nuevo y pueda elaborar diagnósticos completos en muy poco tiempo, lo que permitirá en menos de diez años obtener más conocimientos del genoma humano, nuevas oportunidades para la investigación, desarrollo de modelos animales útiles para probar medicamntos, oportunidades de desarrollos para el sector biotecnológico y darle un sentido real al concepto de medicina personalizada".

Por su parte, el rector de la UNIA ha expresado su deseo de que la intervención de Antiñolo "abriera los ojos a los enfermos de la peor ceguera, la de los que no quieren ver y aún niegan a Andalucía el avance y reconocimiento merecido a las aportaciones científicas, consiguiendo una comunidad que no es ni será como la tratan de pintar".

Japón ha confesado que los cursos son una "seña de identidad y una cita inexcusable" de la Universidad Internacional y ha recordado que "tienen un doble reto, ya que por un lado hay que mantener las matrículas de años anteriores y por otro avanzar en el proceso de diseñar un curso que mantenga su actividad".