MADRID 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
Experta recomienda el uso de gafas de sol y de baño para proteger la salud visual durante el verano, un periodo en el que los ojos están más expuestos a daños debido a factores como la elevada temperatura, la radiación ultravioleta, el uso frecuente de aire acondicionado, el contacto con agua de piscinas y del mar y la deshidratación que afecta a la producción de lágrimas.
La cojefa del Servicio de Oftalmología de los hospitales universitarios Sanitas La Zarzuela y Virgen del Mar, Amina El Rubaidi, ha explicado que en esta época tienen especiales problemas las personas que usan gafas, debido a la dificultad de utilizarlas en el agua. Esto hace que muchos opten por usar lentes de contacto en la playa o en la piscina, algo que la especialista no recomienda, ya que aumenta el riesgo de infecciones bacterianas, potencialmente graves, como pueden ser las Acanthoamebas.
Además, la sal del mar o el contacto de las manos sucias con los ojos incrementa el riesgo de queratitis y otros síntomas irritativos. Igualmente, la experta ha apuntado que pueden aumentar los síntomas compatibles con ojo seco por uso y abuso de aire acondicionado, uso de pantallas en el tiempo libre y conjuntivitis de tipo alérgico al realizar más actividades al aire libre.
"Por su parte, los problemas oculares en las personas mayores pueden agravarse debido a la exposición prolongada a la radiación UV, que puede acelerar el desarrollo de cataratas y aumenta el riesgo de degeneración macular asociado a la edad (DMAE)", ha señalado la supervisora médica de Sanitas Mayores, Miryam Piqueras.
De este modo, entre las recomendaciones de los especialistas, estos han recordado que las gafas de sol que se utilicen deben estar homologadas y contar con filtros UV adecuados. Si se cuenta además con problemas de visión, una buena opcion es optar por gafas de sol con graduación. Es recomendable asimismo complementar la protección ocular con una gorra o sombrero para ofrecer sombra adicional en las horas de mayor exposición solar.
Por su parte, las gafas de baño deben usarse tanto en el mar como en la piscina para prevenir infecciones y molestias oculares, pues ayudan a evitar el contacto directo con el cloro y contaminantes como virus y bacterias.
Además, debe tenerse en cuenta que el aire acondicionado puede resecar los ojos. Por eso, es importante mantener un nivel adecuado de humedad en el ambiente y asegurarse de que los sistemas de ventilación estén limpios y bien mantenidos para prevenir la aparición de infecciones.
Otro aspecto a destacar es la importancia de la higiene. Resulta crucial lavarse las manos frecuentemente para evitar infecciones y evitar frotarse los ojos con las manos en caso de que entre arena en ellos. Lo recomendable es emplear lágrimas artificiales y limpiarlos con abundante suero fisiológico. Si las molestias continúan, es necesario ponerse en contacto con un oftalmólogo de forma presencial o por videoconsulta lo antes posible.