MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
La dermatóloga de la Clínica HLA Montpellier, la doctora María Luisa Zubiri, asegura que, "a pesar de que el número de casos de melanoma sigue aumentando, cada vez se diagnostican casos más precozmente y son de poca profundidad y menos agresivos".
No obstante, la doctora añade que "en casos más avanzados existe la inmunoterapia y las terapias dirigidas contra dianas concretas". El melanoma representa el cuatro por ciento de los tumores malignos de la piel y ha incrementado su incidencia a nivel mundial en los últimos 25 años.
"El melanoma es el tumor cutáneo más agresivo formado por melanocitos atípicos que puede presentarse en cualquier parte del cuerpo, en la piel y las mucosas, con una gran capacidad para producir metástasis, es decir, extenderse a otros órganos", asegura la dermatóloga.
Con respecto a los factores de riesgo o las posibles causas que pueden producir este tipo de cáncer la doctora explica que "no se puede decir que exista una predisposición genética, aunque algunos tipos son familiares".
"Podemos considerar como factores de riesgo las personas que tienen muchos nevus o lunares, más de cincuenta, si además algunos de ellos son grandes, de color irregular, llamados atípicos o displásicos; los pelirrojos, las personas de piel blanca que no se ponen morenos, que solamente se queman", añade.
Asimismo, la experta incide en que "se da mucha importancia a las quemaduras solares en la infancia como factor de riesgo importante, antes de los 14 años", por eso recuerda que "es fundamental proteger la piel de los niños".
Por otro lado, la doctora Zubiri asegura que el melanoma "no se puede prevenir en casos familiares debidos a mutaciones genéticas, que en realidad son muy poco frecuentes, y tampoco en los que se puedan desarrollar en mucosas u órganos internos". No obstante, sí que "se puede actuar en aquellos que aparecen en zonas descubiertas, protegiéndose del sol, y sobre los que aparecen sobre un nevus, ya que se pueden observar los cambios o algún familiar alerta sobre el cambio en una lesión".
Entre los signos de alarma de un nevus destacan "el aumento de tamaño, cambio de color, sangrado o sensación de picor". Además, "hay que tener en cuenta los nevus que se encuentran en zonas menos visibles, como el cuero cabelludo, zona genital o plantas de los pies". Aunque los nevus también aumentan de tamaño con el embarazo y ante traumatismo o pequeñas erosiones, según explica la doctora.
En caso de detectar una lesión pigmentada en la piel, la experta recomienda, en primer lugar, "no alarmarse" ya que "no todas las lesiones pigmentadas de la piel son melanomas". "Las queratosis seborreicas, por ejemplo, son lesiones de color marrón claro o marrón oscuro benignas y propias del envejecimiento cutáneo. Debemos consultar ante un nevus que cambia de color o tamaño, una lesión nueva de color irregular, marrón, azulado, rojo o negro", señala.
