MADRID 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los excesos con el alcohol y el tabaco realizados durante las fiestas navideñas pueden pasar factura con la vuelta al trabajo, ya que la necesidad de "ajustar las dosis" generará la ansiedad e irritabilidad propias de un "síndrome de abstinencia 'light"', según Julio Bobes, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica y catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo.
"En Navidad, la mayoría de la población se pasa días centrada en el ocio y la actividad familiar o social, muchas veces aumentando el consumo de tabaco en dosis que no son inocentes y la ingesta de alcohol, pasando de dos unidades diarias, de vino o cerveza, a 10 ó más, por lo que muchos necesitarán ajustar las dosis", indicó el doctor Bobes en declaraciones a Europa Press.
A su juicio, las personas que no fuman ni consumieron alcohol el exceso podrán retomar la actividad diaria "con sólo un pequeño esfuerzo de adaptación que no alterará su salud mental, ni su ánimo ni su ritmo de sueño y vigilia", rechazando así la posibilidad de que, también tras las Navidades, surja la depresión postvacacional.