MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
La radiación ultravioleta aumenta hasta un 25 por ciento el riesgo de sufrir patologías oculares, según ha advertido la doctora Marcela Bermúdez, oftalmóloga de Creu Blanca, quien apunta que conjuntivitis, queratitis, cataratas y degeneración macular asociada a la edad son algunas de las afecciones oculares que pueden surgir por la exposición prolongada a los rayos solares.
La experta añade que este año, además, el confinamiento ha dejado la vista desprotegida y más vulnerable a miopías y síntomas de fatiga visual. "De forma que una correcta higiene visual empieza por escoger unas gafas de sol que se adapten a las necesidades de cada persona", señala.
En primer lugar, recomienda una revisión ocular completa, ya que los ojos son "uno de los órganos imprescindibles en la vida cotidiana de las personas". "Un examen anual con un oftalmólogo reduce el riesgo de sufrir enfermedades oculares, muchas de las cuales permanecen silenciosas durante años. Un problema en los ojos suele indicar los primeros síntomas de otras patología ocultas en otros órganos", argumenta.
De la misma forma, insta a usar gafas homologadas y contar con el distintivo de la Comunidad Europea (CE). Este distintivo garantiza que están homologadas y cumplen con los requisitos legales exigidos. Igualmente, indica que las gafas solares a adquirir deben venir acompañadas con un folleto del fabricante y que deben bloquear al cien por cien la radiación UV-A y UV-B.
La experta también recuerda que, durante los baños en playas y piscinas, las personas que usan lentillas deben utilizar gafas de piscina para protegerse de posibles infecciones oculares. En cuanto al color de las lentes, detalla que los verdes y grises son los colores del vidrio más recomendables para uso cotidiano, ya que no disminuyen la visibilidad. Los tonos marrones aportan mayor protección pero alteran más los colores, por lo que se destinan a actividades en la montaña, a mayor altura.