MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un estudio, en el que ha participado la Universidad de Vigo, ha mostrado, tras utilizar diferentes pruebas genéticas, que los evolución ácaros 'demodex folliculorum' es paralela a las de las personas.
En concreto, el trabajo, publicado en la revista 'PNAS' y recogido por la plataforma Sinc, ha descubierto que las diferentes poblaciones humanas tienen distintos ácaros y que esos microrganismos siguen familias a través de generaciones, las cuales no se trasfieren casualmente entre las personas.
"Una de las cosas realmente fascinantes de la biología es que todos los organismos, por grandes o pequeños que sean, y cada uno con su estilo de vida, tienen las mismas propiedades fundamentales y proceden todos de un antecesor común. La evolución siempre deja marcas en el genoma, por eso yo puedo utilizar las mismas herramientas de análisis de ADN para estudiar de igual manera la evolución de un pez, una planta o un ácaro", ha argumentado la investigadora Iria Fernández.
Asimismo, según se recoge en el artículo, en Latinoamérica se encontraron ácaros de linaje europeo, africano y asiático. Además, "curiosamente" las personas de origen asiático o africano que viven en Estados Unidos mantienen ácaros del linaje de sus ancestros y los mismos ácaros persisten en una misma persona durante varios años.
LOS ÁCAROS DE UNA FAMILIA TAMBIÉN GUARDAN PARENTESCO
"Los ácaros de los miembros de la misma familia también guardan un alto grado de parentesco", ha analizado Fernández, quien ha informado de que todo ello, junto con otros "muchos datos", ha descubierto que los ácaros y los humanos están íntimamente ligados y que su historia evolutiva corre en paralelo.
Con los resultados de este estudio sobre la mesa se abren ahora vías para utilizar estos organismos para resolver preguntas pendientes relacionadas con la historia de las migraciones humanas. En esta línea, la investigadora ha comentado como anteriores estudios de ADN de plantas (la batata y el taro) y animales domésticos (cerdos y gallinas) fueron utilizados para resolver preguntas pendientes relacionadas con la colonización de Oceanía y la existencia de contactos precolombinos entre habitantes de Sudamérica y de las islas del Pacífico.
Y es que, a su juicio, mejorar el conocimiento de los ácaros del rostro ayudará a entender la evolución humana y también el papel que juegan en la salud de las personas. Si bien para la mayor parte de la gente los ácaros son inofensivos, en otros casos pueden estar asociados con diversos trastornos de la piel y los ojos, incluyendo la rosácea y la blefaritis, una enfermedad que provoca la inflamación del borde de los párpados.