MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las otitis externas, casi siempre relacionadas con el contacto con el agua y la humedad, son unas de las infecciones que más se producen en verano, para prevenirlas se puede usar sprays o gotas secantes tras cada sesión en el agua y así evitar que se acumule la humedad, según ha resaltado el especialista del Servicio de Otorrinolaringología de HM Rosaleda, Javier Lage.
Asimismo, otro método de prevención es usar tapones a medida que cierran de forma hermética la entrada del canal, se suelen realizar en cualquier gabinete audioprotésico, sobre todo para la gente con el canal auditivo muy estrecho.
En cuanto los síntomas, los más comunes son "la sensación de ocupación parcial que evoluciona con dolor, al inicio leve, a la palpación del pabellón auditivo, que según avanza la infección puede supurar líquido e inflamación de la piel de alrededor", ha indicado Lage.
El experto ha señalado que, aunque no suelen revestir gravedad, es importante que los pacientes reciban tratamiento cuanto antes, porque se puede propagar a los tejidos vecinos y el canal auditivo puede llegar a cerrarse por completo, aumentando mucho el dolor y causando una pérdida auditiva.
La retención de humedad en el interior del oído externo es la principal causa de este tipo de infección. "Los pacientes con canales muy estrechos tienen más facilidad para que permanezcan pequeñas gotas en el interior del canal y eso nos derive en una infección. También la gente que tiene problemas crónicos de la piel del conducto es más propensa a las infecciones ya que tiene alterada la barrera cutánea", ha subrayado Lage.
En los casos leves o iniciales el tratamiento de elección son antibióticos en forma de gotas óticas y, a veces, se añade un corticoide para disminuir la inflamación.
"Si la infección se agrava, puede ser necesario antibiótico por vía oral y acudir al especialista para realizar una limpieza y un aspirado de la supuración de dentro del canal auditivo", ha apuntado el especialista.
En este sentido, se debe evitar el baño prolongado, sobre todo en aguas sucias o contaminadas. También recomienda Lage no realizar limpieza del interior de los oídos con bastoncillos o material punzante, porque eliminan la capa protectora e hidratante que es la cera y generan microabrasiones que pueden favorecer la aparición de infecciones. En estos casos, se puede realizar un tratamiento previo con aceites y regeneradores de la integridad de la piel para evitar la aparición de infecciones.
Asimismo, en algunas personas, existe un cierre muy severo del canal, llamado exóstosis, que tienden a sufrir infecciones y taponamientos con mucha facilidad. "En estos casos se puede realizar una cirugía de recanalización, para ampliar el diámetro del canal auditivo y favorecer la salida del agua tras un baño", señala el Dr. Javier Lage Fernández.