MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su "gran preocupación" por la aparición de un brote de fiebre amarilla en Etiopía que ya habría sumado en apenas un mes al menos 85 casos, a pesar de que se trata de una enfermedad para la que ya existe vacuna.
El 3 de marzo, el servicio de salud pública etiope informó de los tres primeros casos sospechosos en la zona de Gurage, en el centro de Etiopía. Se trataba de tres miembros de una misma familia, dos de los cuales dieron positivo en fiebre amarilla en los sucesivos análisis realizados.
Hasta el 6 de abril, la cifra de casos sospechosos ya se había disparado hasta los 85, de los cuales al menos seis han dado positivo en los primeros exámenes de laboratorio, ha informado la OMS, en un comunicado en el que ha confirmado la "rápida" activación de un plan de vacunación que ha alcanzado a unas 32.000 personas.
La agencia ha alertado del riesgo que suponen brotes de este tipo en zonas rurales donde no existe apenas inmunización y ha apuntado que, la ausencia de historial de viajes entre la mayoría de los afectados, evidencia la existencia de atajar otros factores de riesgo, como podrían ser el aumento de la población de mosquitos.
La preocupación por este brote se suma al aumento de la cifra de casos por coronavirus. Las autoridades etíopes han elevado este miércoles a 116 el balance provisional de contagios, entre los que figuran al menos tres fallecimientos, según la televisión pública.