MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los estudios epidemiológicos detectan un mayor número de patologías "concomitantes entre la población con epilepsia", y "hay que señalar la importancia de la patología psiquiátrica asociada", según el coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Francisco Javier López.
En concreto, la depresión conjuntamente con la ansiedad están presentes en un 30 y 35 por ciento de los pacientes, "con menor frecuencia pueden existir trastornos psicóticos. En la población infantil es frecuente el déficit de atención e hiperactividad (TDAH)", ha continuado el López.
"Resulta necesario conocer las comorbilidades del paciente por varios aspectos; por un lado, la frecuencia de las crisis puede cambiar debido a las enfermedades concomitantes o al tratamiento farmacológico empleado. Por otro, el metabolismo de los fármacos antiepilépticos puede alterarse por las enfermedades o por las interacciones con otros fármacos que toma el paciente", ha señalado.
En tercer lugar, los propios fármacos antiepilépticos "pueden agravar las enfermedades concomitantes; y, por último, el padecer un tipo de patología puede ocasionar que el paciente tenga limitada las opciones del tratamiento, por ejemplo, un paciente en la UCI va a necesitar preferentemente fármacos que se administren por vía intravenosa".
De hecho, como las crisis de los pacientes con epilepsia pueden ser "esporádicas, muchos dejan de tomar el tratamiento. Se estima que la tasa de adherencia al tratamiento antiepiléptico corresponde a un 61 por ciento de los casos", según López.
Para mejorar esta cifra "es importante la información al paciente, tanto oral como por escrito, explicar lo que pasaría si deja de tomar el tratamiento, simplificar el número de fármacos y número de tomas a lo largo del día".
"DEBEMOS PREOCUPARNOS POR BUSCAR LOS TRATAMIENTOS MÁS EFICACES"
El tratamiento farmacológico de la epilepsia fue otra de las cuestiones analizadas durante el curso de la SEN junto con Bial y Eisai sobre epilepsia para residentes. En concreto, los neurólogos revisaron las diferentes estrategias para elegir los tratamientos más adecuados.
"Los profesionales médicos debemos preocuparnos por buscar los tratamientos más eficaces para que el paciente no tenga crisis y no produzcan efectos secundarios a corto o largo plazo, permitiendo al enfermo llevar una vida normal", ha manifestado la directora de la Unidad de Epilepsia del Hospital Clínic de Barcelona, Mar Carreño.
En la elección "hay que tener en cuenta las otras enfermedades del paciente, para no empeorarlas o incluso mejorarlas con el fármaco antiepiléptico", ha precisado la doctora Carreño en relación a las comorbilidades asociadas a la epilepsia, como la depresión.
Siendo más específico, el tratamiento con fármacos antiepilépticos permite que un 75 por ciento de los pacientes con epilepsia estén bien controlados.
Por ello, el doctor López pone el foco en el 25 por ciento restante, "donde hay que seguir avanzando con nuevos fármacos, que actúen en nuevas dianas terapéuticas, con menos efectos secundarios y técnicas quirúrgicas más precisas que localicen el área epileptógena y que permitan mejorar la calidad de vida de los pacientes, ya sea disminuyendo el número de crisis epilépticas o llegando a su supresión definitiva".