MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) ha relacionado la infección por adenovirus con un trastorno poco común de la coagulación de la sangre.
Esta es la primera vez que se informa que el virus respiratorio común, que causa síntomas leves similares a los del resfriado y la gripe, está asociado con coágulos de sangre y trombocitopenia grave.
Las plaquetas, o trombocitos, son fragmentos celulares especializados que forman coágulos de sangre cuando sufrimos raspaduras y lesiones traumáticas. Las infecciones virales, las enfermedades autoinmunes y otras afecciones pueden hacer que los niveles de plaquetas disminuyan en todo el cuerpo, lo que se denomina trombocitopenia.
Este trastorno asociado con el adenovirus es ahora uno de los cuatro trastornos anti-PF4 reconocidos. Este estudio, publicado en la revista científica 'New England Journal of Medicine', arroja nueva luz sobre el virus y su papel en la causa de un trastorno del factor 4 antiplaquetario.
Además, el descubrimiento abre una puerta completamente nueva para la investigación, ya que quedan muchas preguntas sobre cómo y por qué ocurre esta afección, y quién tiene más probabilidades de desarrollar el trastorno.
Los anticuerpos son proteínas grandes en forma de Y que pueden adherirse a la superficie de las bacterias y otras sustancias "extrañas", señalándolas para que el sistema inmunitario las destruya o neutralizando la amenaza directamente.
En los trastornos anti-PF4, el sistema inmunitario de la persona produce anticuerpos contra el factor plaquetario 4 (PF4), una proteína que liberan las plaquetas. Cuando se forma un anticuerpo contra el PF4 y se une a él, esto puede desencadenar la activación y la eliminación rápida de plaquetas en el torrente sanguíneo, lo que lleva a la coagulación de la sangre y al bajo nivel de plaquetas, respectivamente.
A veces, la formación de anticuerpos anti-PF4 se desencadena por la exposición de un paciente a la heparina, lo que se denomina trombocitopenia inducida por heparina (HIT), y a veces ocurre como una afección autoinmune sin exposición a la heparina, lo que se conoce como "HIT espontáneo".
En los últimos tres años, se ha demostrado que la trombocitopenia rara vez ocurre después de la inyección de vacunas contra la COVID-19 que se fabrican con piezas inactivadas de un vector adenoviral. Estas vacunas son diferentes a las de Moderna y Pfizer. La afección se conoce como trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna (VITT).
El camino hacia el descubrimiento comenzó cuando un niño de 5 años que había sido diagnosticado como paciente ambulatorio con una infección por adenovirus tuvo que ser ingresado en el hospital con un coágulo de sangre agresivo formándose en su cerebro (llamado trombosis de la vena del seno cerebral) y severa trombocitopenia. Los médicos determinaron que no había estado expuesto a la heparina ni a la vacuna de adenovector COVID-19, los desencadenantes clásicos de HIT y VITT.