MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un estudio publicado en la revista 'Journal of the American Medical Association Internal Medicine' sugiere que las personas con diabetes tipo 1 pueden tener más probabilidades de desarrollar complicaciones potencialmente fatales relacionadas con su enfermedad cuando consumen cannabis.
Los investigadores realizaron una encuesta entre 450 pacientes con diabetes tipo 1 en el estado de Colorado (Estados Unidos), donde el cannabis es legal tanto para uso médico y recreativo. En general, el 30 por ciento de los participantes consumió cannabis.
En comparación con los no consumidores, los que tomaban cannabis presentaron aproximadamente el doble de riesgo de sufrir una complicación grave conocida como cetoacidosis diabética, que se desarrolla cuando el azúcar en la sangre se eleva durante demasiado tiempo y el cuerpo produce altos niveles de ácidos conocidos como cetonas. Si no se trata, puede causar deshidratación severa, hinchazón en el cerebro, coma e incluso muerte.
Algunas investigaciones anteriores sugieren que en personas con diabetes tipo 2 el cannabis puede facilitar que la insulina convierta los alimentos en energía y mantener niveles más bajos de azúcar en la sangre. Pero se sabe menos sobre el impacto del cannabis en las personas con diabetes tipo 1, la forma menos común que generalmente se desarrolla en la infancia y es causada por un fallo en el sistema inmunológico.
El estudio no fue un experimento controlado diseñado para probar si o cómo el cannabis podría causar directamente la cetoacidosis. Pero el autor principal del estudio, Viral Shah, del Centro Barbara Davis de Diabetes (Estados Unidos), señala que es posible que los vómitos causados por el consumo de cannabis a largo plazo puedan causar deshidratación, lo que puede aumentar las cetonas y la cetoacidosis en personas con diabetes tipo 1.
"Las cetonas elevadas pueden ser potencialmente mortales si no se tratan a tiempo, y los pacientes pueden sufrir náuseas, vómitos, dolor abdominal, falta de aliento y rara vez confusión o alteración de la conciencia", explica el investigador.
Los participantes del estudio tenían diabetes mal controlada, según los análisis de sangre de hemoglobina A1c (HbA1c), que reflejan los niveles promedio de azúcar en la sangre durante aproximadamente tres meses. Los expertos recomiendan a las personas con diabetes tipo 1 que mantengan sus niveles de HbA1c por debajo del 6,5 por ciento.
En el estudio, los participantes que consumieron cannabis en el estudio tuvieron un promedio de lecturas de HbA1c del 8,4 por ciento, lo que representa un nivel de azúcar en la sangre peligrosamente elevado que puede aumentar el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal, ceguera, amputaciones y muerte. Por su parte, las personas que no consumían cannabis tenían un promedio de 7,6 por ciento, aún más altas que las ideales, pero no tan peligrosas como los niveles para las personas que consumían marihuana.
"No se sabe por qué el cannabis aumenta la probabilidad de cetoacidosis diabética. Pero también hemos demostrado que en presencia del cannabis, la cetoacidosis diabética es más difícil de diagnosticar y, por lo tanto, puede pasarse por alto, con consecuencias mortales", concluye la doctora Annemarie Hennessy, decana de la Escuela de Medicina de la Western Sydney University (Australia).