Descubren que la variante de un gen, junto con un elevado consumo de grasas saturadas, aumenta el riesgo
PAMPLONA, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del área de Nutrición de la Universidad de Navarra, en colaboración con expertos de Madrid, Granada, Santander y Zaragoza, han analizado la influencia de nueve variantes genéticas en la pérdida de peso en adolescentes españoles del grupo Evasyon (http://www.estudioevasyon.com). Los expertos han descubierto que, tras una intervención multidisciplinar, el efecto conjunto de las nueve es mayor que el esperado para cada una de ellas por separado.
La profesora Amelia Martí, coordinadora de este estudio en Navarra, ha afirmado, a través de una nota, que "este hallazgo demuestra que la genética explica en parte el éxito del proyecto Evasyon", que tiene como objetivo hallar los indicadores clave de la obesidad en los adolescentes españoles y desarrollar programas educativos para su prevención.
Tal y como explica, "a partir de ese análisis observamos que el efecto conjunto de las nueve variantes genéticas en ambos rasgos (obesidad inicial y pérdida de peso) tenía un peso significativamente mayor que el de cada una de las variantes genéticas analizadas individualmente". "Además, los adolescentes con una carga genética negativa respondían peor a la intervención. Por ejemplo, apenas si mejoraba el perfil de los lípidos circulantes", ha añadido.
En cuanto a las consecuencias del hallazgo, los autores no dudan en afirmar que "a partir de aproximaciones como ésta, que tengan en cuenta varias variantes previamente asociadas a obesidad y no un único polimorfismo (que ha sido el modelo más utilizado hasta el momento), pueden ser utilizadas como nuevas herramientas clínicas que ayuden a predecir el grado de beneficio tras la pérdida de peso en adolescentes con sobrepeso u obesidad".
Los resultados del estudio se han publicado en la revista americana 'Journal of Pediatrics', que le ha dedicado un editorial, en el que refleja que los análisis nutrigenéticos pueden mejorar el tratamiento de la obesidad.
Estos mismos investigadores, que forman parte del Grupo de estudio navarro de la obesidad infantil (GENOI), han detectado a su vez, que un cambio en el ADN (gen FTO) se asocia con un mayor riesgo de obesidad y que el porcentaje de grasa consumido en la dieta modifica la relación entre una mutación de este gen y la obesidad.
OBJETO DE UNA TESIS DOCTORAL
La doctora Adriana Moleres, del departamento de Ciencias de la Alimentación, Fisiología y Toxicología de la Universidad de Navarra y autora de una tesis doctoral sobre alteraciones genéticas y epigenéticas del ADN y su influencia sobre la obesidad y la pérdida de peso infanto-juvenil, ha afirmado que "los niños que tienen una variante de este gen junto con un elevado consumo de grasas saturadas aumentan sustancialmente el riesgo de desarrollar obesidad".
De los resultados de su estudio también concluye que "el análisis de cambios que no dependen sólo de la secuencia genética pueden servir como herramientas de pronóstico para predecir una mayor pérdida de peso tras una intervención en adolescentes obesos".