MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia (Estados Unidos) han descubierto que la nefropatía obstructiva (obstrucción de las vías urinarias hasta los riñones) en recién nacidos tienen una capacidad para repararse a sí mismos después de retirar la obstrucción. El hallazgo ofrece información sobre cómo sucede este proceso, y podría ayudar a seguir investigando cómo regenerar los riñones en adultos.
La investigación, publicada en la revista 'Clinical Science', analizó los efectos de la eliminación quirúrgica de los bloqueos renales en ratones recién nacidos, pero los hallazgos resaltan "la importancia de una intervención quirúrgica rápida después del nacimiento de este tipo en bebés humanos", explica una de las investigadoras del estudio, María. Luisa S. Sequeira-Lopez.
"Cuando se obstruye el riñón, su vasculatura se contrae, pero del otro riñón sin obstrucciones crecen muchas más ramas, como si tratara de compensarlo. Si se libera la obstrucción, los vasos del riñón previamente obstruido se regeneran y crecen, iniciando la regeneración de todo el riñón", detalla la científica.
Hay muchas razones por las cuales un bebé puede nacer con riñones obstruidos. Por ejemplo, es posible que el tracto urinario no esté completamente desarrollado o que haya una masa que lo comprima. Eso puede causar problemas serios, incluyendo insuficiencia renal. Este nuevo estudio arroja luz sobre cómo exactamente la obstrucción renal causa el daño.
"Cuando el tracto urinario está bloqueado, ejerce una presión hacia atrás en el riñón y causa una inflamación, lo que se denomina hidronefrosis. El riñón está inflamado y lleno de líquido, y cuando ocurre la hidronefrosis, todos los túbulos de nefrona se dañan y, finalmente, se quedan inutilizables. Y si la hidronefrosis persiste durante más tiempo, entonces conduce a una enfermedad renal en etapa terminal", argumenta otra de las investigadoras, Vidya K. Nagalakshmi.
Los investigadores se sorprendieron de la rapidez y la eficacia con la que los riñones dañados de los ratones recién nacidos podrían repararse a sí mismos. Identificaron 'células precursoras' que desempeñan funciones críticas en ese proceso, y esperan aprovechar la versión humana de las células para realizar reparaciones renales similares en niños y adultos.