MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de científicos de la Universidad de Tohoku (Japón) ha descubierto que la rigidez de la encía influye en las propiedades de los fibroblastos gingivales, lo que a su vez afecta a la probabilidad de que se produzca inflamación y dificulte la formación de fibras gingivales, y ha concluido que las encías blandas son más propensas a la inflamación.
El estudio ha sido publicado en la revista 'Scientific Reports' y en él se demuestra que "la encía blanda provoca inflamación y dificulta el desarrollo de las fibras gingivales", afirma el profesor asociado de la Facultad de Odontología de la Universidad de Tohoku, Masahiro Yamada.
Las personas con una encía gruesa o rígida son menos susceptibles a las recesiones gingivales. En estos casos, la encía empieza a retroceder y deja al descubierto la raíz del diente. Hay muchos factores que pueden provocar una recesión gingival, como las enfermedades de las encías, el cepillado excesivo y el tabaco de mascar. Pero ésta es la primera vez que la rigidez gingival se atribuye a reacciones biológicas.
Aunque los fibroblastos desempeñan un papel importante en el mantenimiento, la reparación y la cicatrización de la encía, también producen diversas biomoléculas inflamatorias y de degradación tisular que degradan las fibras gingivales. Además, los fibroblastos están asociados a la respuesta inmunitaria frente a patógenos.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores crearon un entorno de cultivo artificial que simulaba una encía blanda o dura y cultivaron fibroblastos gingivales humanos en él. Descubrieron que la rigidez simulada de la encía dura activaba un sistema antiinflamatorio intracelular en los fibroblastos gingivales que prevenía la inflamación. Sin embargo, la rigidez simulada en la encía blanda suprimía el sistema antiinflamatorio fibroblástico. Esto aumentó la probabilidad de inflamación y dio lugar a una menor síntesis de colágeno.