MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un estudio europeo con participación española tiene previsto analizar si el uso de células madre de médula ósea puede mejorar la supervivencia de quienes han padecido un infarto agudo de miocardio, según ha avanzado el jefe de Servicio de Cardiología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Francisco Fernández-Avilés, durante el noveno 'Symposium on Stem Cell Therapy and Cardiovascular Innovations' que se celebra estos días en Madrid.
Este ensayo, conocido como estudio BAMI, está financiado con fondos de la Comisión Europea y contará con la participación de 3.000 pacientes y 20 centros de 11 países europeos, ha confirmado este experto a Europa Press, cuyo centro será el coordinador del estudio en España.
"Va a empezar inmediatamente, y el objetivo es comparar el uso de las células de médula ósea frente al tratamiento estándar para ver cuál es la mortalidad en estos casos", ha explicado Fernández-Avilés, que recuerda que esta técnica ya ha demostrado que "influye sobre la evolución del corazón".
Por ello, ahora "sólo queda ver si esto sirve para que estos pacientes vivan más", para lo que se hará un seguimiento de tres años. Y, en función de los resultados, se decidirá "si se debe recomendar de manera rutinaria a quienes tienen un infarto o sólo a quienes tienen un infarto grande".
En lo que respecta a pacientes crónicos, sin embargo, este experto ha reconocido que están "a la espera de contar mejores células o armazones de soporte" para los casos en que se haya destruido todo el soporte extracelular.
"Necesitamos células muy potentes, parecidas a las células embrionarias, para que se puedan utilizar con seguridad sin riesgo de tumores ni problemas de inmunogenicidad", ha explicado este experto.
EN BUSCA DE NUEVAS TÉCNICAS DE INGENIERÍA TISULAR
Además, ha recordado que en situaciones terminales en las que el órgano está desestructurado y se han perdido el contenido celular y extracelular, las células "por si solas no hacen nada", por lo que están trabajando en el desarrollo de técnicas de ingeniería tisular "para que las células tengan una estructura donde poderse colocar, crecer y especializarse en la función de cada uno".
"Esto es importante en todos los casos, pero sobre todo en los pacientes crónicos y en los que no tienen sólo una zona dañada sino áreas intensas de fallo cardiaco", ha recordado.
En este sentido, ha explicado que ya se ha probado con diferentes tipos de célula y las que han presentado resultados más prometedores son las del propio corazón, que "han demostrado tener una potencia mucho más alta que las de adultos".
Además, Fernández-Avilés ha defendido que en tiempos de crisis se siga apostando por la I+D+i, ya que "es lo que da a un país independencia y fuerza económica, además de salud, patentes y puestos de trabajo".
No obstante, entiende que es momento de priorizar y apostar por un caballo ganador, como a su juicio es la terapia celular. "La mayor parte de los Gobiernos del mundo tienen claro que en terapia celular y medicina regenerativa hay que poner una muy importante de los fondos que se destinan a I+D+i", ha explicado.