Un estudio identifica una proteína como posible causa de la pérdida muscular en pacientes con EPOC

Paciente midiendo su capacidad pulmonar.
Paciente midiendo su capacidad pulmonar. - PHYNART STUDIO/ISTOCK
Actualizado: viernes, 20 junio 2025 13:30

La miostatina regula el crecimiento muscular

BARCELONA, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un estudio del Hospital del Mar de Barcelona y de su instituto de investigación, así como del área de Enfermedades Respiratorias del Ciber, ha identificado un nivel elevado de miostatina -proteína vinculada al crecimiento de los músculos- como posible causa de la sarcopenia -pérdida de capacidad muscular- en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

El trabajo, publicado en la revista 'European Respiratory Journal Open Research', ha analizado muestras del tejido del cuádriceps del muslo de 54 personas atendidas en el Hospital del Mar, de los que 23 eran pacientes con EPOC y sarcopenia, 18 solo con EPOC, y 13 eran personas sanas, informa el hospital en un comunicado de este viernes.

Los pacientes de EPOC estudiados tenían la misma afectación pulmonar, tuviesen o no sarcopenia, pero a la hora de ver la salud de su musculatura -medida a través de la fuerza de los cuádriceps- los resultados de los pacientes con sarcopenia eran entre un 25 y un 30 por ciento peores.

MIOSTATINA

En las muestras de los pacientes con pérdida muscular se detectó una actividad más elevada de la proteína miostatina, una citocina que regula el crecimiento muscular, limitándolo; en condiciones normales, su función permite evitar un crecimiento muscular descontrolado, pero en los pacientes con sarcopenia evita que el músculo se regenere.

La coordinadora del Grupo de Investigación en desgaste muscular y caquexia en enfermedades crónicas respiratorias y cáncer de pulmón en el Instituto de Investigación del Hospital del Mar, Esther Barreiro, ha señalado que, en el paciente con Epoc y sarcopenia, respecto a los que tienen Epoc y no presentan sarcopenia y al grupo de control, toda la vía de la miostatina está alterada.

El estudio abre la puerta a desarrollar tratamientos que puedan evitar la acción de esta proteína, inhibiéndola o reforzando los señales para formar músculo, ayudando a los pacientes a conservar la fuerza.

Mientras no estén disponibles, Barreiro ha señalado que seguir un programa de entreno -o practicar ejercicio físico regular y alimentarse adecuadamente- continúa siendo "muy importante" para mantener la masa muscular.

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