MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, han desarrollado un atlas completo de la expresión de microARN y ARN mensajero en heridas humanas que cicatrizan y que no cicatrizan destaca posibles nuevos enfoques para tratar las úlceras venosas, un tipo común de herida crónica que no cicatriza.
El estudio, que incluye el primer recurso que detalla el papel de los microARN en el proceso de reparación de heridas, muestra que los niveles anómalos de un trío de microARN pueden afectar la cicatrización de las úlceras venosas. Los hallazgos sugieren que los medicamentos dirigidos a estos microARN podrían ayudar a facilitar la curación en los pacientes.
Las úlceras venosas comúnmente ocurren en las piernas, causadas por un flujo sanguíneo deficiente. Estas lesiones dolorosas y de curación lenta pueden afectar significativamente la movilidad y la calidad de vida de una persona. Investigaciones anteriores en animales han demostrado que la inflamación persistente y el crecimiento y la migración celular insuficientes pueden contribuir a la cicatrización deficiente de estas heridas, pero pocos estudios han analizado el papel de la regulación génica en estos procesos en humanos.
"Los microARN regulan cientos de genes y juegan un papel crucial en la reparación de heridas en la piel. Pero una cantidad limitada de información sobre cómo los microARN regulan la expresión génica en heridas humanas ha dificultado la identificación de microARN que podrían ser objetivos terapéuticos útiles", señala el coautor Zhuang Liu, investigador postdoctoral en el Centro de Medicina Molecular del Karolinska Institutet.
Para llenar este vacío, el equipo recolectó 20 muestras de tejido de heridas de voluntarios sanos con heridas en curación en las piernas y pacientes con úlceras venosas. Las muestras se tomaron en tres momentos diferentes para seguir el proceso de curación. Luego, el equipo usó la secuenciación de ARN para comparar la expresión de microARN y otras moléculas, llamadas ARN mensajeros, en heridas que cicatrizan y que no cicatrizan en estos momentos.
Descubrieron que 22 microARN y 221 ARN mensajeros se expresaban en niveles más altos en úlceras venosas que en heridas en proceso de cicatrización, mientras que 10 microARN y 203 ARN mensajeros se expresaban en niveles más bajos. También encontraron que 17 microARN con niveles elevados o anormalmente bajos en pacientes con úlceras venosas se dirigen a genes involucrados en la afección.
A continuación, los investigadores realizaron una serie de experimentos con células de piel humana, llamadas queratinocitos, recolectadas de otro grupo de voluntarios sanos y pacientes con úlceras venosas. Estos experimentos confirmaron la expresión anormal de varios de estos microARN y sus objetivos genéticos en la cicatrización de heridas.
Finalmente, demostraron que la expresión elevada de tres microARN en particular (microARN-34a, microARN-424 y microARN-516) aumentaba la respuesta inflamatoria, así como ralentizaba el crecimiento de nuevas células y la migración de células necesarias para ayudar a cerrar un herida.
"Nuestro trabajo abre la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos para las úlceras venosas que reducen los niveles de este trío de microARN para ayudar a restaurar la cicatrización normal de las heridas en los pacientes", ha añadido el coautor principal Letian Zhang, estudiante de doctorado en el Centro de Medicina Molecular.
Las terapias dirigidas a microARN podrían ser más efectivas y tener menos efectos secundarios en los pacientes que algunas terapias existentes para las úlceras venosas. La documentación de los microARN en diferentes momentos del proceso de curación es particularmente importante, agrega el coautor principal Pehr Sommar, médico principal del Departamento de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital Universitario Karolinska, Estocolmo, Suecia.
"La expresión elevada de microARN podría promover la curación en un punto del proceso y dificultarla en otro, por lo que el tiempo será esencial para las posibles terapias dirigidas a microARN. Pero primero necesitamos más estudios que analicen los microARN en células de piel individuales para validar nuestros hallazgos antes de que podamos probar la efectividad de este enfoque en pacientes", ha añadido.
Como parte de su estudio, el equipo creó un compendio de sus hallazgos y lo puso a disposición en línea para ayudar a otros investigadores que estudian el proceso de cicatrización de heridas. "Esperamos que este recurso ayude a los científicos a aprender más sobre cómo los microARN regulan la reparación de tejidos, así como a acelerar los estudios de posibles tratamientos de heridas dirigidos a microARN", concluye el coautor principal Ning Xu Landén, profesor asociado de dermatología experimental en el Departamento de Medicina Solna, en el Instituto Karolinska.