MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de un brote de sarampión en Gotemburgo (Suecia) hace un año ha mostrado grandes diferencias en el riesgo de transmisión de un paciente a otro. La mayoría de los casos (16 de 28) se produjeron en personas previamente inmunizadas, muchas de ellas profesionales sanitarios.
El estudio en cuestión, publicado en la revista 'Eurosurveillance', muestra que los casos tenían niveles más bajos de virus en el tracto respiratorio superior y menos tos que el sarampión en individuos no vacunados. Por otra parte, la primera no causó ninguna transmisión posterior.
Este tipo de infecciones parecen ser mucho menos contagiosas, y no pudieron identificar ninguna transmisión posterior de individuos con una infección así, según explica Nicklas Sundell, el primer autor del estudio, investigador de la Academia Sahlgrenska y médico de enfermedades infecciosas del Hospital Universitario Sahlgrenska (Suecia).
Según los investigadores, los resultados deberían ayudar a identificar rápidamente quién tiene qué tipo de sarampión durante un brote, facilitando así las medidas de control de la infección al limitar el rastreo de contactos en torno a las infecciones epidémicas.
De los 28 casos de sarampión identificados en el brote de Gotemburgo, 16 fueron infecciones de alto riesgo y 12 fueron infecciones leves. Además, también se diagnosticaron seis infecciones causadas por la propia vacuna.