El estudio del exposoma, clave para entender el impacto del cambio climático en las alergias

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Infosalus
Publicado: jueves, 2 octubre 2025 18:49

MADRID 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

El cambio climático y la contaminación están alterando profundamente los patrones de las enfermedades alérgicas, transformando lo que antes eran entidades poco duraderas en afecciones más graves y prolongadas. El aumento de las temperaturas, la mayor concentración de CO2 y la presencia de partículas contaminantes están intensificando la inflamación en las vías respiratorias, lo que facilita la penetración de alérgenos y agrava los síntomas, convirtiendo la patología alérgica en un problema de salud pública cada vez más complejo.

Ante este desafío, el estudio del exposoma emerge como una herramienta clave para comprender y prevenir las enfermedades alérgicas. "Permite analizar de forma integral las exposiciones ambientales de un paciente, desde la contaminación hasta el microbioma, lo que ayuda a identificar factores desencadenantes específicos de la enfermedad", explica el Dr. Ruperto González Pérez, presidente del Comité de Rinología y Conjuntivitis Alérgica de la SEAIC.

Su aplicación no solo mejora el diagnóstico, sino que abre la puerta a la prevención. "El exposoma nos permite identificar factores de riesgo ambientales modificables y actuar antes de que los síntomas se manifiesten", añade el Dr. González. Este enfoque plantea un salto de carácter cuántico hacia políticas de salud pública más eficaces, dirigidas hacia la mejora de la calidad de aire y el desarrollo de estrategias personalizadas de prevención.

En pediatría, su relevancia es aún mayor. "Los niños constituyen una población prioritaria debido a su sistema inmunitario en desarrollo y su mayor tiempo de exposición a los contaminantes. Aplicar los resultados del conocimiento del exposoma desde la infancia no solo permite tratar mejor las entidades alérgicas ya presentes, sino también reducir la progresión hacia formas más graves, como el asma", subraya el alergólogo.

Junto al exposoma, la alergología de precisión se ha convertido en un pilar fundamental en el abordaje de las enfermedades alérgicas. Al integrar información genética, epigenética y ambiental, permite adaptar los tratamientos al perfil único de cada persona: desde la selección de terapias biológicas dirigidas a mecanismos específicos hasta el diseño de inmunoterapia personalizada o la recomendación de medidas ambientales ajustadas al entorno vital y laboral.

Una de las herramientas que hace posible esta precisión es el diagnóstico molecular, que permite ir más allá de las pruebas convencionales y afinar la identificación de los alérgenos implicados. En la edad pediátrica, su impacto es especialmente visible. El diagnóstico molecular facilita diferenciar entre sensibilización genuina y reactividad cruzada, lo que resulta clave para estratificar el riesgo de reacciones graves y orientar la inmunoterapia más eficaz.

"En la alergia alimentaria, como la de los frutos secos, que afecta a entre un 1 % y un 3 % de los niños y con frecuencia provocan reacciones graves, el diagnóstico molecular nos permite identificar los componentes alergénicos específicos, evitar dietas de exclusión innecesarias y diseñar estrategias más seguras y personalizadas", explica la Dra. Paloma Ibáñez.

Además, esta herramienta permite anticiparse a la evolución de la enfermedad. "El diagnóstico molecular temprano nos ayuda a predecir e identificar a los niños con mayor riesgo, incluso antes de que aparezcan los síntomas graves. Además, la detección en los primeros años de vida de IgE específica a alérgenos marcadores de riesgo podría orientar la implementación de medidas preventivas, como la introducción temprana de alimentos alergénicos o el refuerzo de la barrera cutánea, reduciendo la incidencia y la gravedad de la alergia alimentaria", añade la especialista.

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