MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Nuevas investigaciones de la Universidad de Georgia (Estados Unidos) apoyan la creciente evidencia de la transmisión aérea de COVID-19 en espacios cerrados. Los investigadores pudieron vincular un brote comunitario de COVID-19 en China con un paciente fuente que probablemente propagó el virus a otros pasajeros de autobús a través del sistema de aire acondicionado del autobús.
"La posibilidad de transmisión por aire se sospecha desde hace tiempo, pero con pruebas empíricas limitadas. Nuestro estudio proporcionó evidencia epidemiológica de transmisión a largas distancias, que probablemente se transmitió por el aire", explica el autor principal del trabajo, Ye Shen.
"Se creía en gran medida que el contacto cercano a través de las gotas es la principal vía de transmisión de COVID-19. Sin embargo, el distanciamiento social ampliamente adoptado y el lavado de manos no impidió eficazmente la transmisión a nivel mundial. En su lugar, el número de nuevos casos de COVID-19 aumentó de manera constante", reflexiona Shen, cuyo trabajo se ha publicado en la revista 'JAMA Internal Medicine'.
Shen y sus coautores trabajaron con epidemiólogos de dos centros regionales para el control y la prevención de enfermedades en China para rastrear las infecciones después de un gran evento de culto al aire libre en la provincia de Zhejiang. Resulta que algunos de los asistentes tomaron dos autobuses para ir al evento, creando un experimento natural único para los investigadores.
Ambos autobuses tenían las ventanas cerradas y el aire acondicionado en funcionamiento, señala Changwei Li, profesor asociado de epidemiología en la Universidad de Tulane y coautor del estudio, pero un autobús transportaba a un paciente infectado con el virus, y el otro no.
De los pasajeros que luego se enfermaron, la mayoría viajó en el mismo autobús que el paciente fuente. Aunque los dos grupos se mezclaron más tarde con la gran multitud del acto de culto, el número de nuevos casos atribuidos al evento fue mucho menor, lo que sugiere que el autobús fue el principal punto de transmisión.
Además, algunos de los pasajeros del autobús que más tarde mostraron síntomas de COVID-19, según los autores, no estaban sentados cerca del pasajero infectado.
Estos hallazgos ponen de relieve escenarios en los que el COVID-19 podría propagarse a través de finas partículas de aerosol que circulan en un espacio cerrado, y a medida que el clima se vuelve más frío, Shen y Li esperan que este trabajo persuada a más personas a usar máscaras faciales en áreas públicas, particularmente en espacios interiores.
"Comprender las rutas de transmisión de COVID-19 es fundamental para contener la pandemia, de modo que se puedan desarrollar estrategias de prevención eficaces dirigidas a todas las rutas de transmisión potenciales. Nuestros hallazgos proporcionan un sólido apoyo para el uso de las máscaras faciales en ambientes cerrados con poca ventilación", concluye Shen.