MADRID 21 May. (EUROPA PRESS) -
La Universidad de Zaragoza y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) colaboran en un estudio pionero con el que pretenden dilucidar la relación existente entre las distintas clases de risa y los estados emocionales, lo que servirá para entender un poco mejor el comportamiento emocional del ser humano.
El estudio consistirá en recoger archivos de audio con grabaciones de risa de voluntarios que quedarán alojadas en la red social 'Feelicity' (www.feelicity.es), en la que hay un apartado en el cual se selecciona el archivo audio con la risa, grabado previamente, y se sube a la aplicación.
Los archivos serán almacenados y una vez se desarrolle la plataforma precisa para realizar el estudio, se comenzará con el análisis de cada una de ellas.
Según los expertos, clasificar y agrupar automáticamente esos tipos de risa servirá para entender un poco mejor el comportamiento emocional del ser humano.
La iniciativa se inscribe en el proyecto Explora, titulado 'Estudio Neurocomputacional de la Risa: aplicación a nuevas tecnologías de diagnóstico psiquiátrico', del Ministerio de Economía y Competitividad.
Y es que como reconocen los impulsores de la iniciativa, la risa apareció mucho antes que el habla, y se ha usado como respuesta y expresión de múltiples situaciones y estados. Pese a todo, no deja de ser una señal acústica, muy parecida al lenguaje pero con una serie de características propias, temporales y frecuenciales con una gran variabilidad.
Esa variabilidad se utiliza para llevar información al oyente, qué nos ha hecho reír y cómo nos sentimos. Según el ritmo y la melodía, es decir, según la duración y espaciado de la carcajada y sus frecuencias, se puede indicar si nos ha sorprendido gratamente algo, si nos gusta una persona o su forma de ser o si queremos incluir o excluir a alguien de nuestro grupo social.
De este modo, explican al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), el poder agrupar esos tipos de risa ayudarán a comprender los estados emocionales del ser humano.
Uno de los principales inconvenientes en el estudio, según apuntan, es la imposibilidad de reproducir risas naturales y espontáneas en el laboratorio.
Por eso, "toda grabación de una situación alegre, feliz, cómica, sería de gran ayuda para la realización del estudio. Con el móvil y una pequeña descripción del contexto (saludando a viejos amigos, riéndome con la pareja, ante un buen chiste), y sin mucho ruido o conversaciones de fondo, se puede aportar una información muy importante".